𝐋O̸𝐕𝐄𝐑𝐒

008|Un lugar para los dos.

Miércoles por la noche, hyunjin y changbin habían salido a divertirse junto a jisung y seungmin, las dos parejas reían y bebían, el ambiente era muy agradable para todos.

—entonces, seungmin se puso a correr junto a jeongin en sus brazos por qué un conejo los perseguía —se río jisung.

Kim se sonrojo ante la anécdota.

—por cierto ¿con quién dejaron a bebé pan?—cuestiono el pelirrojo.

—se ha quedado con una de mis hermanas—.

Hyunjin se acurrucó contra el cuerpo de su novio y sonrió cuando uno de los brazos del mayor rodeo su cintura con firmeza y seguridad.

—sabes sunggie a chagbinnie le gustaría hacerse un tatuaje ¿crees que puedas instruirlo?.

—¿enserio?

Seo asintió mientras bebía de su vaso.

—me gustaría hacerme uno pero aún no se en que parte me lo haría y aún no he pensado que es lo que quiero exactamente —respondió.

Jisung lo miro unos segundos, analizándolo con la mirada.

—pareces un hombre al que le gustaría llevar consigo una serpiente pero ya tienes una y su nombre es hyunjin.

—¡oye!

Todos rieron.

—vale, vale, pero lo de la serpiente lo digo enserio se te vería muy bien.

—¿tu crees?—pregunto seo.

El castaño asintió.

—puedes pasarte por mi estudio cuando quieras, te puedo enseñar algunos de mis trabajos haber si te gustan.

—lo haré cuando tenga tiempo.

En el lugar empezó a sonar musica a todo volumen, algunas parejas se levantaban de sus asientos para ir a bailar y eso a hyunjin le pareció la mejor de las ideas.

—ven binnie vamos a bailar—dijo mientras tomaba su mano.

Changbin obedeció levantándose de su asiento torpemente.
No había melodía más hermosa que la risa de aquel chico pelirrojo que lo conducía hasta en medio de las personas que bailaban pegados, pronto ellos formaron parte de aquella dinámica, sus cuerpos pegados, sus ojos haciendo contacto directo y el latir de sus corazones era algo tan especial.

Avalon, sonaba a todo volumen, algunas chicas y chicos se movían con total sensualidad, sus acompañantes también bailaban junto a ellos, pero changbin y hyunjin disfrutaban tener la cercanía del otro, con pasos lentos unían sus cuerpos en una perfecta sintonía.

El pelirrojo se dejó llevar por la música, sus caderas danzaban bajo la calidad sensación que le brindaban las grandes manos del pelinegro, ambos llamaban la atención pero eso a ellos no les importaba, no cuando ellos imaginaban que eran solo ellos dos, sin nadie más, como cuando estaban en la intimidad.

—te amo—murmuro changbin cerca del oído de hyunjin.

Hwang sonrió mientras pegaba su espalda contra el firme y cincelado pecho de Seo, sus brazos rodeaban su cuerpo y el suyo no dejaba de moverse ante la melodía.

—yo también te amo—respondió.

Nuevamente se giro de manera que ahora quedaron frente a frente, sus ojos grises observaron los iris cafés del mayor, llevo sus manos hasta su cuello para rodearlo, la cercanía fue peligrosa, las respiraciones calientes chocaron y ellos se unieron en un suave toque.
Sus labios hicieron presión en un roce muy delicado, uno tras otro, un beso más largo que el otro, permanecieron allí, uno pegado al otro, sin dejar de bailar mientras sus labios hacían lo mismo.