002|Fruto prohibido

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Los dos habían subido al auto, Changbin manejaba por las frías calles de la gran Seúl siguiendo las indicaciones de un extraño que acababa de conocer y con el cual, probablemente, tendría sexo en esa noche.

—pero que descortés soy —hablo repentinamente su acompañante —Hwang Hyunjin.

—Seo Changbin —respondio el.

Solo bastaron unas calles más y el auto ya se estaba estacionando en un edificio un tanto deteriorado.

—espero y no te moleste caminar pero aquí no hay ascensor cariño.

—no importa así vamos calentando un poco.

Y con aquella frase, Hyunjin tomo la mano de Changbin para empezar a caminar y adentrarse al viejo edificio, subieron las escaleras entre tropezones y risas complices.

Llegaron hasta el pasillo en donde había muchas puertas, todas con diferentes números, Hyunjin se dedicó a buscar la suya mientras tanteaba sus llaves en su bolso.

512. Tenía grabado la puerta con letras doradas un tanto desgastadas.
Cuando está se abrió, el pelirrojo entro primero solo para levantar algunas prendas de ropa que había tiradas y una que otra cosita por ahí.

—disculpa el desorden, no creí que esta noche regresaría acompañado.

Changbin sonrió al ver que la linda pantera que quería comerlo se había vuelto un pequeño gatito asustado.

—no hay problema, mi casa en ocasiones suele verse así.—respondio el.

Si pero tu casa no es una cochitril como la mía. Pensó Hyunjin mientras dejaba su bolso en uno de los viejos sillones.

El silencio se instaló en aquella sala, ambos no sabían que hacer y tampoco cómo empezar, incluso Hyunjin se sorprendió de sí mismo por qué en otras ocasiones ya estuviera abajo de algún hombre gimiendo como un animal en celo pero por primera vez en su vida.... se sentía avergonzado.

—b-bueno yo.... ¿que te gustaría hacer primero? —pregunto Changbin.

Hwang regreso a la realidad.

—¿A-ah? Bueno podemos... tengo una botella de vodka Absolut en mi alacena, no se podemos beber un poco y luego veremos qué pasa —ofrecio tímido.

—me gusta la idea.

Con la luz verde, Hyunjin fue hasta la pequeña cocina rogando que la dichosa botella estuviera ahí y no que hubiera desaparecido en una de sus tantas noches de trabajo.
Y sin duda alguna, alguien allá arriba lo amaba por qué la encontró y para sorpresa estaba sellada lista para la ocasión, tomo dos pequeños vasos de vidrio para regresar con ellos junto al hombre que había tomado asiento en uno de los sillones.

—aqui están~ —sonrio meneando la botella junto a los vasitos.

Seo sonrió para tomar la botella y abrirla para vertir un poco del líquido en los vasos.

—Brindemos por tu matrimonio casi destruido —dijo Hyunjin alzando su vaso.

—Tengo algo mejor por lo que brindar.

—¿Así?—.

—Asi es, brindemos por habernos conocido en esta noche tan linda —.

Hwang se sonrojo. Espera. ¡¿Se sonrojo?!

—P-pues brindemos —respondio tartamudo.

Chocaron sus vasos y de un solo trago se bebieron el trago causándoles una sensación amarga, uno por la infidelidad contra su esposo y el otro por qué no sabía por qué estaba reaccionando por primera vez así antes un hombre.

𝐋O̸𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora