Jimin había despertado de su sueño reparador y se encontró con dos maletas hechas sobre la cama, una era grande seguro era de Hoseok, la otra más pequeña era la suya. Se restregó los ojos mirando al rededor.La casa de Hoseok Hyung era muy bonita, espaciosa y con luz natural entrando por todos lados. Las paredes blancas, los amueblados finos parecía que a Hoseok Hyung le gustaban mucho los muebles, lo cual era curioso pues jamás lo mencionó.
Se levantó despacio en busca de Hoseok su esposo, sonrió bobo por cómo se sentía pensar en esas palabras "su esposo" ; caminó lentamente por el pasillo afuera de la habitación que lo llevó a un balcón el cual daba a un enorme jardín lleno de rosas rojas casi tan rojas como los labios de Jimin. Al parecer la casa estaba ubicada en una especie de colina ya que más abajo se podían ver los enormes edificios de Seúl que tanto había añorado desde la primera vez que conoció la cuidad.
El césped en el jardín era verde brillaba bajo el sol de medio día, una fuente se erguia en medio del jardín donde habían varios pajaritos jugando a bañarse con el agua refrescante. Era un jardín zen, y peces coy nadaban ahí en el estanque.
Dejó de admirar el hermoso ventanal y siguió su camino a unas escaleras que había a su lado, bajo lentamente buscando a su esposo. Abajo en la sala de estar que era grande y de paredes blancas y enormes cuadros en ellas tampoco estaba Hoseok, sonrió mirando casa rincón de la casa seguramente ahí sería muy feliz pensó, la casa no se comparaba en nada con su humilde rancho para él era como vivir en un palacio con un Rey y claro él era el príncipe de la historia. Se acostumbraría a esa casa, a la tranquilidad que desprendía, se sentía tanta paz ahí, seria la luz natural que entraba libre por cada rendija y ventana, o el silencio que envolvía el lugar, o las paredes o los cuadros o algo había de especial en esa casa. ¡Su nueva casa!
Sonrió pensando en sus ideas cursis y siguió caminando, encontró otra sala espaciosa que era la cocina junto al comedor, seguramente ahí le prepararía a su esposo la comida, él cocinaba desde niño y lo hacía muy bien seguramente a su esposo le iba a gustar su comida.
Paso por la cocina y el comedor y luego otra enorme sala que tenia un piano negro brillante y grande, era lo que más llamaba la atención de esa sala, sus ojos no podían despegarse de ese piano que lo llamaba hipnotizado, paso un dedo delicadamente sobre la fina madera negra, era hermoso, Hoseok nunca le contó que tocara el piano, también habían un par de guitarras una eléctrica y una acústica y una batería. Al parecer a Hoseok le gustaba mucho la música.
Salio de la habitación y siguió caminando hasta que finalmente llego al que era el garaje donde estaban los autos que seguro pertenecían a su esposo, y efectivamente ahí se encontraba su esposo Hoseok con su piel pálida y sus ojos gatunos color azul tan hermoso como lo había visto anoche mientras se casaban.
Tímidamente se acercó por detrás, Jimin nunca había mostrado afecto por nadie solo por su madre y esto era nuevo para él así que temblando rodeo a su esposo por la cintura provocando que Yoongi diera un enorme salto y se diera la vuelta encontrándose cara a cara con Jimin un tanto sonrojado.
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●~•Pasión Inevitable •~● ¥oonmin
Fanfiction¿Que se sentirá estar casado con el amor de tu vida y tener una vida encantadora para luego despertar un día y darte cuenta que nada era real? Pues Jimin creyó que se casaría con el amor de su vida Jung Hoseok, ¿Pero como terminó casado con un tal...