¿Que se sentirá estar casado con el amor de tu vida y tener una vida encantadora para luego despertar un día y darte cuenta que nada era real? Pues Jimin creyó que se casaría con el amor de su vida Jung Hoseok, ¿Pero como terminó casado con un tal...
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El camino hasta donde Yoongi tenía su oficina duró aproximadamente unos 20 minutos en automóvil y el pelinegro le explicó que si caminaba de ahí para la Universidad no se llevaría más de diez minutos a pie así que cualquier cosa que necesitara podía caminar hasta su oficina. Esa mañana iban de camino para allá así Jimin iba a conocer el lugar.
Era en un edificio con muchas más oficinas y la de Yoongi estaba en el piso siete, era grande, muy amplia y bastante iluminada. La secreta se asustó al verlo llegar sin avisar con un acompañante.
—Buenos días Suga y... ¿Compañía?
—Hola Nayeon buenos días, ¿hay mucho trabajo cierto?
La chica asintió tomando una libreta y recitandole un montón de pendientes que tenían ese día.
Jimin hizo una pequeña reverencia a la chica y caminó detrás de ellos, Yoongi entró en una gran habitación que tenía un escritorio con una silla de esas giratorias, un juego de sofá de cuero negro y un estante lleno de discos de vinilo y varios trofeos.
En la pared habían varios reconocimientos y diplomas y al fondo había una puerta más con un lector de huella y números.
—Déjalos en la mesa ahora los veo. —Dijo refiriéndose a los pendientes del dia.
—Si, emm Zico y Mino se comunicaron ayer y pidieron una cita contigo para hablar del nuevo material y también G Dragon. Dejaré los demás aquí.
Yoongi asintió dejado su maletín sobre el escritorio.
—Gracias Nayeon, por cierto él es Park Jimin es mi lindo esposo y vino a conocer la oficina.
La chica abrió los ojos con asombro, jamás en la vida había visto a un jovencito muy lindo como Jimin parecía que desprendía luz y daba un aura angelical.
—¿Esposo Suga? ¿¡Dios te casaste!? ¿Por eso desapareciste por tres meses? —La chica se llevó las manos a la boca sin poder creerlo. Ella llevaba tiempo trabajando con Yoongi y jamás le había conocido una pareja ni supo si salia con alguien y de pronto llegaba casado. —Mucho gusto soy Nayeon todo lo que necesites pídemelo a mi si no esta Suga. —La chica le sonrió amablemente.
—Muchas gracias Nayeon eres muy amable.
La chica hizo una reverencia y salió de la oficina.
Jimin miraba todo a su alrededor acostumbrando su vista a las diferentes cosas que encontraba ahí, como la ventana que daba hacía el exterior y donde se miraba parte de la cuidad de Seúl.
—¿Entonces aquí es donde creas tu música Yoon?
El pelinegro asintió ensanchando una sonrisa y tomando a Jimin de la mano.
—En realidad Minnie la magia la hago aquí. —Lo jaló sutilmente hacia la puerta del fondo e introdujo un código después de poner su huella y la puerta de abrió para dejarlos entrar.
