¿Que se sentirá estar casado con el amor de tu vida y tener una vida encantadora para luego despertar un día y darte cuenta que nada era real? Pues Jimin creyó que se casaría con el amor de su vida Jung Hoseok, ¿Pero como terminó casado con un tal...
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Yoongi pasó saliva cuando aquella petición salió de los labios carmín húmedos debido a los besos de su tierno Jimin. ¿Y quien era él para negarle tal cosa? Porque igual que el menor él también ardía de deseo por tenerlo y hacerlo suyo por completo.
Como respuesta Yoongi volvió a arremeter contra esos labios carnosos, besables y apetitosos, los saboreó lento demorando cada beso para volverlos eternos y grabarselos en su mente y en su corazón, una mano sostenía una de las manos de Jimin sobre su cabeza y la otra trazaba un camino de caricias que iban desde su mejilla izquierda, por su cuello, su pecho y su abdomen donde masajeo sobre la delgada tela y luego la metió para pasar las yemas de sus dedos sobre la tersa piel que se sentía como tocar la más fina y cara seda traída del medio Oriente, el marcado abdomen de Jimin se tensó al sentir esas caricias que iban subiendo de apoco hasta llegar a la altura de sus pezones y luego posarse sobre uno de ellos y trazar circulitos con el pulgar provocando que se pusieran duros y su entrepierna temblara.
Jadeó ante el tacto de los dedos largos y huesudos de Suga quien seguía besándolo sin parar, la ropa ya sobraba en esa escena así que Yoongi tuvo que romper esos besos para ayudar al menor a sacarse el suéter y la camisa quedándo expuesto de arriba y Jimin automáticamente se llevó las manos al pecho cubriéndose, cosa que le causó ternura a Yoongi.
—¿Por qué te cubres bonito? Eres el ser más perfecto que pueda existir sobre la faz de la tierra. —Se inclinó para darle un beso sobre la frente haciéndolo sonreír sonrojado.
—¿De verdad crees eso Suga Hyung?
—Absolutamente. —Volvió a besar esos labios lentamente para después probar ese cuello liso y brillante que llamaba su atención, tenía un lunar justo sobre la clavícula y no pudo evitar llevar sus labios ahí y morder suavemente arrancando más jadeos al menor.
Su miembro ya apretaba abajo en sus pantalones necesitando la atención debida pero no aceleró todo el proceso pues en ese momento el importante ahí era su pequeño Jimin asi que no había prisa alguna, lo que si hizo fue sacarse su camisa para quedar exactamente como Jimin expuesto de arriba. Pudo ver como los ojos de Jimin se abrían de sorpresa y luego mordía su labio poniéndose más rojito.
Sonrió un poco y tomó una mano del menor para estirarla y pasarla sobre su blanca piel del pecho él cerró sus ojos disfrutando de la calentita mano de Jimin sobre su piel.
Jimin estaba tímido por el contrario con sus mejillas rojas sintiendo en sus dedos la piel blanca, lechosa y tersa de su Hyung, tragó saliva nervioso y apenado. ¿Era un sueño? Estaba tocando la blanquecina piel de Hyung y le gustaba.
—Puedes tocarme pequeño, si lo deseas.
Él asintió y armandose de valor comenzó a acariciarlo lento, reconociendo cada espacio de esa tersa piel en ese marcado pecho que lo estaba haciendo delirar. Era tan llamativo, atrayente.
