¿Que se sentirá estar casado con el amor de tu vida y tener una vida encantadora para luego despertar un día y darte cuenta que nada era real? Pues Jimin creyó que se casaría con el amor de su vida Jung Hoseok, ¿Pero como terminó casado con un tal...
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Jimin se encontraba en la cocina de su casa preparando café, la noche anterior había contraído matrimonio con Yoongi y había amanecido feliz. Habían hecho el amor y despertaron más unidos que nunca, ahora Yoongi estaba en el estudio arreglando todo para poder irse de viaje con su amado chico de luna de miel.
Jimin iría a la universidad sólo a hacer un examen y volvería a casa a terminar de preparar las maletas.
Sirvió su café en su taza favorita que tenía dibujos de gatitos y unas orejitas en la orilla.
Holly dormía en el suelo al pie de la isa de la cocina, guardo sus llaves y su teléfono en su bolso iba con tiempo así que caminaría tranquilamente hasta la Universidad.
El timbre sonó lo cual fue extraño ya que nadie solía visitar a esa hora ya que sabían que Jimin y Yoongi no estaban por las mañanas. Dándo un último sorbo al café y dejando la taza sobre la Isla salió seguido por Holly para abrir, antes de hacerlo miró por el ojito de la puerta y afuera había un chico parado con un enorme arreglo de flores.
Sonrió, esa sin duda era obra de Yoongi.
Abrió la puerta para poder recibir bien las flores.
El chico sonrió, tenía un traje azul con el nombre de la floristería y una gorra que cubría parcialmente su rostro.
—¿Park Jimin?
—Min...Jimin. —Corrigió.
—Oh, si... ¿Dónde lo dejo?
Jimin lo pensó, podría llevarlas él mismo.
—Yo podría...
—Oh no Descuida pesa un poco.
Jimin aceptó y guió al chico por la entrada pasando por el jardín delantero hasta entrar al living y sobre una de las mesas le indicó que las pusiera.
El muchacho ni se movió de lugar.
—Emmn ahí. —Volvió a pedir.
Holly Gruñó.
—¡Felicidades Min Jimin!
Esa voz no era de un chico, las flores fueron arrojadas al aire al mismo tiempo que una filuda navaja era incrustada en el estómago del rubio.
Holly comenzó a ladrar sin parar mientras que Eunji se arrancaba la gorra y sonreía con verdadera maldad en sus ojos.
—¡T-tu! ¿Po-por q-que...
Jimin no pudo acabar la pregunta pues de nuevo la navaja fue incrustada en su abdomen, su camisa celeste rápidamente se tiñó de rojo. Los ojos de Jimin se aguaron por el dolor.
—Porque te odio maldito, sólo por eso, prefiero verte muerto antes que admitir mi derrota. Así que felicidades a los recién casados y hasta que la muerte los separe... y eso será hoy.
