Suspire al cerrarla ultima caja, toda la casa estaba en completo silencio y eco de mis pasos era lo único que me acompañaba. La presión en mi pecho contenía distintas emociones, aunque intentara ponerle un lugar a cada una era muy difícil.
Volver al lugar al donde mi vida comenzó, estaba nerviosa, ansiosa y sobre todo me sentía desorientada y ver todo empacado hacía que la decisión que había tomado, ¿Podría ser errónea?
No, no sabría hasta llegar a ese punto.
¿Realmente es lo correcto?
―Mami, ¿Realmente nos iremos?
―Cariño, te prometo que vendremos siempre que podamos. Ellos siempre serán nuestra familia.
― ¿Pero tendremos una nueva familia?
―Si, cariño... ellos nos darán mucho amor.
Dos horas después nos encontrábamos de camino al que seria nuestro nuevo hogar, estaba emocionada por la nueva casa, agradecía
―¿Mami cuando vamos a llegar?
― Cariño, todavía nos queda mucho rato... duerme un rato, cuando te despiertes habremos llegado.
―Eso no es justo, ya quiero llegar.
Las siguientes horas se fueron en cantos desafinados, búsqueda de nuevos colores y los números cada vez que la veía no podía creer lo rápido que crecía.
Esther seria alguien de la que me sentiría orgullosa durante toda su vida. La decisión que tomo era la correcta le permitió sanar y ser capaz de llenar por si misma ese amor que buscaba desesperadamente.
La vería volar como me hubieran gustado, y la amaba con respeto y sobre todo protección.
Soy una mujer al igual que madre, y eso me hacia inmensamente feliz. Tal vez en este momento era lugar para buscar un espacio para mí misma.
Cuando cayo el atardecer llegamos a nuestro destino, deteniéndonos en una pequeña casa dentro de los suburbios, acompañada de no un tan lindo jardín, la fachada color azul con blanco, y las ventanas le daban un gran toque.
Apague el motor.
―Cariño ya hemos llegado ¿Lista para conocer tu cuarto?
Estiro su pequeño cuarto, bostezando y pasando sus manos por su rostro, una pequeña sonrisa se extendió por el mío mi hija es tan adorable.
'―Estoy super lista.
A las tres había organizado lo esencial, aunque las camas quedarían para otro día, ahora se sentía fresca y cómoda como nuestra casa, hogareña. Contuve todas esas emociones lloraría después ahora tenia que sonreír.
'―Mami ¿Cuándo iré a la escuela?
―Solamente tu amas tanto la escuela cariño, mañana será el primer día.
Sonó el timbre, cogí mi billetera sacando tres dólares.
―Debe ser la comida.
'―Hola, buenas noches...
Subí la mirada encontrándome con los ojos azules de Miguel. Sentí como mi cuerpo tembló ¿Cómo se enteró? ¿Me había estado vigilando? Muchas preguntas pasaron por mi mente, pero no pude decir alguna de ellas.
Solo estábamos allí en la puerta de mi casa observándonos, sin que otra palabra saliera de nuestras bocas. Ambos estábamos nerviosos. ¿Qué podría decir? Aprete los billetes que sostenía en mi mano.
―Una de las mujeres de un hermano te reconoció, y vine a invitarte a ir a una fiesta a una calle de aquí... ¿Crees que Esther quiera...
―¡Si, si quiero!
Me sobresalte cuando una pequeña cabeza apareció entre nosotros.
―¡Anda si, si!
―Ve a ponerte una chaqueta.
―Yupiiii....
Salió corriendo, sacándome una sonrisa.
― ¿No vendrás con nosotros?
―No.
En sus ojos paso la decepción, pero había algo mas en su mirada ¿Terquedad? No sabia describirlo. Bajo un poco su cabeza podía sentir su respiración.
― ¿Puedo besarte?
―¿Perd..?
Sus labios tocaron los míos fue un pequeño roce, fue tan rápido que pensé que podría haberlo imaginado. Cubrí mi boca con mi mano, mirándolo sorprendida.
Pero lo que más me desconcertó fue el latido de mi corazón, sentí mi pecho agitado como s hubiera corrido un maratón.
Antes que pudiera pronunciar alguna palabra se escabullo con Esther solo podía ver sus siluetas añejándose, coloque mi mano derecha sobre mi corazón latiendo tan fuerte, cerré la puerta a mis espaldas sintiendo mi cuerpo temblar.
¿Podría golpearlo al volver? Toqué mis labios y luego solté un largo suspiro. Después de todo no sería tan fácil.
diganme que les pareciooooooooooooo
tengo nueva compuuuuuuuuuuu
estoy realmente feliz porque ahora puedo escribir cuando quiera, no olviden votar y comentar.
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Cuidando De Ti (Par2)
RomanceEl destino había determinado aquello, lo que tanto espero que jamás sucediera. Aquel motero, quien la había corrido sin darle algún tipo de armistia, sin escuchar lo que tenía para decir. Ahora ella no tenía tiempo y mucho menos ganas de dejarlo e...