Miguel coloco su mano en mi espalda baja más espero que mis pies empezaran a moverse a donde sea que estuvieran reunidos los hermanos.
Aprete su mano, estaban sudorosas, aunque realmente no les debía. Eran pocas las personas que hable o me relacione durante mi estadía.
El primero en aparecer en mi campo de visión fue John, una sincera sonrisa apareció en mi rostro. Esa noche había sido de mucha ayuda, al acercarnos no pude evitar darle un pequeño abrazo, quien se vio sorprendido.
—Que bueno verte por aquí— dijo sonriendo y luego agacharse para quedar a la altura de Esther—. Mira quien tenemos aquí.
—¿Tienes dulces? — murmuro ella, colocando del lado su cabeza con un lindo puchero.
—Supongo que ahora no, pero luego los conseguiremos.
—No te olvides ¿Si?
Me tense cuando vi que Emma se acercaba, respire hondo Miguel le dio un suave apretón a mi mano intentando que me relajara, sin embargo, mi corazón latía fuertemente mi boca se reseco trague saliva y humedecí mis labios de forma nerviosa.
—Hola, preciosa ¿Cómo estás?
Esther le sonrió y dio una pequeña vuelta.
—Muy bien, hoy mami me dejo elegir mi atuendo ¿No me veo hermosa?
—Por supuesto que si, de hecho, la palabra hermosa es poco para describirlo.
Un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas, estoy feliz al ver lo cómoda que se sentía sobre todo que no se sintiera nerviosa o incomoda alrededor de algunos de ellos. En ese momento su estomago sonó haciendo que se avergonzara aún más.
—Tengo hambre, mami.
—Entonces vamos a comer.
—Quiero cereal.
Mire a miguel nerviosamente.
—Tenemos, no te preocupes.
—Porque yo no iba ser quien le diría que no hay— dije sonriendo.
—Lena ¿Podemos hablar?
Mi cuerpo se tensó.
—Emma — murmuro miguel, aunque sonaba como una advertencia.
—Claro, hagámoslo luego de comer— concedí con una sonrisa tensa en mi rostro.
Había mas caras nuevas de las que recordaba al igual que unas que conocía muy bien, me senté al lado de Esther y a mi lado se sentó Miguel y al costado de mi hija su tía. En frente de mi estaba Pill sabia que me odiaba por no decirle donde estaba María, tenía que darle su propio tiempo.
La mesa paso de un silencioso espacio a uno ruidoso. Podía ver la alegría en su mirada conversando con todos ellos, amaba ver que se sentía feliz.
—¿Ahora si podemos hablar? — dijo Emma lo más bajo posible para que nadie lo oyera, aunque podía sentir la mirada de otros sobre mí.
—Claro, vamos... cariño quédate con papa.
La seguía hasta una habitación, aparte, aprete mis manos nerviosamente viéndola las dos estamos en completo silencio.
—Emma...
—No, déjame hablar... yo lo siento, cuando todo paso yo solo estaba tratando de dejar fluir toda mi rabia... no te deje hablar conmigo culpándote también a ti de la perdida de mis padres cuando realmente no sabía como había sido tu vida. Yo solo buscaba a alguien a quien dejar toda mi rabia y saber de tu conexión, solo era una excusa sencilla. Actúe mal, realmente te odie por un tiempo... y cuando Miguel recibió la carta realmente me enfurecí, hace dos anos estoy recibiendo terapia para dejar todos esos rencores... puedo decir que he comprendido muchas cosas.
—Emma...no tienes que preocuparte, yo también cometí errores... eso nos hace mejores personas. Lo aprendo todos los días con Esther no tuve la mejor mama, pero intento serlo por mi hija.
—Espero que podamos iniciar una nueva etapa.
Abri mis brazos y estuvimos así por unos minutos, este futuro era mejor de lo que creía.
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Cuidando De Ti (Par2)
RomanceEl destino había determinado aquello, lo que tanto espero que jamás sucediera. Aquel motero, quien la había corrido sin darle algún tipo de armistia, sin escuchar lo que tenía para decir. Ahora ella no tenía tiempo y mucho menos ganas de dejarlo e...