SIEMPRE FUISTE TÚ.

Capítulo 1. Pesadilla

El panorama era borroso, como si hubiera neblina alrededor, se podía escuchar unos pasos apresurados. La neblina comenzó a disiparse, distinguiéndose dos adolescentes que miraban a su alrededor para no ser descubiertos.

— Es peligroso kookie — hablo preocupada mientras miraba alrededor.

— Tranquila muñequita — habló relajado — Nuestros padres no están en casa.

Jung-kook tomó delicadamente el rostro de aquella joven nerviosa y juntó sus labios con los de ella. Pero una voz rompió el momento.

— ¡¿QUÉ CREEN QUÉ ESTÁN HACIENDO?!

Ambos jóvenes se apartaron rápidamente.

— M-madre — su voz temblaba — no es nada.

— ¡SON HERMANOS! — gritó furiosa.

Un pequeño timbre se escuchaba de fondo, haciéndose cada vez mas fuerte el sonido, borrando aquella escena rápidamente. Haciendo que despertara de golpe, con la respiración agitada y empapada de sudor.

— De nuevo esa maldita pesadilla — llevo sus manos a su rostro.

Se levantó de la cama y camino por un vaso de agua, bebiéndolo hasta el fondo. El teléfono comenzó a sonar nuevamente.

Al revisar el teléfono, había mensajes de su jefe.

— ¿Rechazaron mi historia nuevamente? — aventó el teléfono a la cama — ¿Qué carajos se supone que escriba?

Miró el reloj que colgaba en su pared, gracias a esa pesadilla, iba tarde para el trabajo. Se dio una ducha rápidamente, se arregló y salió apresurada.

Al llegar a la editorial, camino directamente hacia la oficina de su jefe.

— Buen día — hizo reverencia — ¿Me puede anunciar con el director?

— Claro que sí, tome asiento — levantó el teléfono y marcó la extensión.

Antes de irse a sentar, algo capto su atención rápidamente. En el escritorio de la secretaría, había una pila de revistas, donde en la portada aparecía un rostro conocido para ella.

— ¡Ahg! — rodó los ojos — Ese idiota aparece en todos lados — susurro.

— ¿Es guapo no? — dijo la secretaria mientras colgaba el teléfono — ¿También te gusta su música?

— N-no lo conozco — volteo rápidamente — ¿puedo pasar a ver al director?

— ¡oh si! Puede pasar.

Hizo reverencia y caminó hacia la oficina del director.

— ¿Qué te trae por aquí? — preguntó sin despegar la vista del computador.

— Disculpe señor, sé que está ocupado, no le quitaré mucho tiempo.

— Te escucho — levantó la mirada hacia ella.

— ¿Qué fue esta vez? — trago saliva — ¿Cuál fue la razón por la que no publicaran mi historia?

El director se acomodó en la silla, se quitó las gafas dejándolas en el escritorio y cruzó los brazos mientras la miraba seriamente.

— Te lo he dicho muchas veces Mi-Suk, tú redacción es muy buena, pero la historia no, ese tipo de cosas no le interesa a la gente.

— ¿Y entonces que se supone que debo escribir?

— Está editorial tiene como objetivo hacer que los jóvenes lean más, por eso es bueno las historias de amor, eso siempre llama su atención.

Las manos de Mi-Suk apretaba sus piernas fuertemente.