La escritora enredó sus dedos en el cabello quebrado de Jung-Kook y comenzó a peinarlo suavemente. Mientras él dormía, ella observaba su rostro ojeroso y pálido, resultado de no dormir y saltarse las comidas sustituyéndolas por alcohol.—No quiero recordarte de esta manera — deslizo sutilmente el dorso de su mano por las mejillas del pelinegro — prometo que pronto terminará esto, mi Kookie.
Recargo su cabeza en la cabecera del sillón, podía escucharse su respiración cálida y temblorosa en aquel cuarto silencioso. Su pecho comenzó a temblar antes de que sus ojos soltaran la primera lágrima; cubrió su boca para no despertar al mayor con su lamento.
Parece dudar unos instantes antes de responder el mensaje; sin embargo, sus ojos se dirigen al pelinegro y al verlo tan pequeño en sus piernas, hace que tome una decisión.
. . .
JEON JUNG-KOOK
La superficie en donde estaba recargada mi cabeza dejó de ser cómoda, aunque era suave, no se sentía igual que cuando me recosté en un principio.
Abrí mis ojos y me di cuenta de que había dormido en el sillón, mi cuerpo estaba cubierto por una manta y las piernas en las que me recosté, se volvieron una almohada. Miré alrededor y me encontraba solo en esta enorme casa, de nuevo solo.
—Un día más — mi voz suena plana y débil.
Me levante del sillón y estire mi cuerpo; el aroma de granos de café recorrió toda la habitación, llamando mi atención y siguiendo el olor. Al llegar a la cocina, vi a Mi-Suk leyendo, una de sus manos sostenía un libro y la otra una gran taza de café, no se percató que estaba detrás de ella.
— ¿Qué estás leyendo? — le quité la taza de café y bebí un sorbo.
—Al fin despertaste dormilón — me sonrió tiernamente — es una historia de amor, no creo que te guste — cerró el libro y lo deslizo por la mesa — ¿dormiste bien?
Di un ligero brinco y me senté en la barra — Creí que no te gustaban las historias de amor — la mirada de Mi-Suk se veía algo triste y cansada. Ha estado conmigo encerrada en esta casa, no me ha presionado para salir, supongo que debería sacarla de aquí, ambos necesitamos aire fresco — dormí bien, parece que tú no. A veces cuando abro los ojos por la madrugada, tu sigues leyendo. Deberías descansar más, la lectura puede esperar.
—No entenderías lo que la lectura significa para mí — recargo su barbilla en la palma de su mano — leer es mi escape de esta realidad. En los libros tienes más de una vida, puedes enamorarte a través de las páginas y yo entiendo el alma que dejan los escritores en cada historia, me hace preguntarme ¿qué tipo de persona es quien escribió esto? A veces cuando lees una buena historia de amor, puede ser que al escritor le rompieron el corazón y en su libro describe la forma en como le hubiera gustado vivir esa etapa.
—¿y tú qué clase de escritora eres? — no pude evitar preguntárselo.
Se quedó pensativa por unos segundos — Una escritora cobarde. Escribo lo que no tengo el valor de hacer.
Ambos reímos. Quizá este tipo de pláticas jamás las hubiéramos tenido, debo agradecerle a Hobi por esto.
—Hoy no tengo práctica ¿deberíamos salir? — baje de la barra — ¿o quieres quedarte a descansar?
—De hecho, quería llevarte a un lugar especial — su mirada seguía siendo melancólica — te gustara.
Me acerque a ella y acaricie su rosada mejilla, cuando sintió el rose de mi piel, froto sutilmente su rostro en mi mano. Se veía desganada, no me gustaba verla así por mi culpa.
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SIEMPRE FUISTE TÚ.
FanficKang Mi-Suk una escritora frustrada ya que la editorial para la que trabaja se niega a publicar sus historias, desesperada ante esta situación decide iniciar un blog con el seudónimo de "FARGO" donde escribe pequeños fragmentos de un romance que sie...