Capítulo 28. LA VERDAD.

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JUNG HO-SEOK

El día llego. Llevo tantos años con este gran peso en mi espalda y por más que lo intento, no me puedo desprender. Me ha perseguido desde que te fuiste. Me asfixia, me ahoga, mi mente no ha podido respirar, he llegado tan lejos profesionalmente, pero, mis pasos parecen vacíos. Y todo ha sido por ti, Jeon Jung-Kook.

Recuerdo aquel día como si fuera algo reciente. Aquella velada donde me sorprendiste con un pastel, para celebrar mi cumpleaños. Esa noche, te confese mis sentimientos, estaba aterrado por asustarte, no quería que te alejaras de mí, incluso si me veías como tú amigo toda la vida, lo prefería. Pero, cuando te lo dije, tu reacción fue completamente diferente. Me sonreíste dulcemente y acariciaste mi mejilla; acercaste el pastel a mí.

10 años atrás ...

—¡Vamos Hope, pide un deseo y sopla la vela! — su sonrisa era preciosa, sostenía el pastel con ambas manos. Me acerque, cerré los ojos para pedir mi deseo y sople — ¿Qué pediste?

—Si te lo digo, no se cumplirá —Deseo con todo mi ser, que algún día puedas amarme como yo te amo — Gracias Jungkookie, creí que olvidarías mi cumpleaños.

—Jamás lo olvidaría — coloco el pastel en la mesa.

—Oye — hablé nervioso — lo que te dije, yo ...

—Hope, estoy agradecido de que alguien como tú, se fije en mí — mi corazón latía como loco, su hermosa sonrisa me estaba matando — pero, tú sabes que estoy enamorado de mi muñequita. Lamento no poder corresponder tus sentimientos.

—¡Pero Jung-Kook, ella no te quiere! — exclame molesto.

—Hope, yo la amo. Cuando estas enamorado, pasas por alto cosas que te lastiman. Algún día me entenderás.

No, no logro entenderte. Mira todo lo que te ha lastimado, solo mira en donde estas por culpa de ella, pero aún así, sigues escogiéndola. La vida es tan injusta, yo estoy aquí deseando hacerte el hombre más feliz y ella esta a miles de kilómetros, rechazándote. Fue la primera vez que odie ser yo, quizá si fuera mujer, si mi rostro fuera hermoso, si mi cuerpo tuviera curvas, la historia sería diferente.

—¡Hey! — me tomó de la barbilla — No debes estar triste en tu cumpleaños. Vamos, comamos pastel.

—Olvídalo, come tú, me iré a dormir — Hable sin ánimos. Su sonrisa de borro poco a poco, mientras observaba como me iba.

—¡oye! ¿No quieres tu regalo? — gire para verlo — ¿no tienes curiosidad de ver lo que es?

—No me mientas, a este lugar no dejan entrar nada — conteste fríamente.

Abrió los cajones del escritorio y saco una caja de cartón, con un moño viejo y arrugado. Daba pequeños brinquitos hacia mí, como un lindo conejito, emocionado por entregarme mi regalo.

—Disculpa la envoltura, tuve que moverlo de lugar muchas veces por las inspecciones sorpresas que nos hacían — estiro sus brazos, con el regalo en su palmas — ¡Ábrelo, ábrelo, ábrelo!

Lo miré a él y luego al regalo. Lo quité de sus manos y no pude evitar sonreír. Era un obsequio de él, incluso si solo fuera basura, la guardaría en una caja de cristal para conservarla por el resto de mi vida. Sería la basura más especial para mí. Rompí la envoltura, ansioso por ver lo que era, la risita de Jungkookie me emocionaba aun más.

—Pero ... pero... ¿Cómo hiciste para comprarla? — Cuando quite el último pedazo de envoltura, mis ojos se iluminaron. Era una cámara profesional — Esto debió ser muy costoso, debiste gastar este dinero en ti. No puedo aceptarlo.

SIEMPRE FUISTE TÚ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora