SIEMPRE FUISTE TÚ.

Capítulo 17. Al fin mía.

KANG MI-SUK

En ese momento creí que Ho-Seok me cuestionaría, que me bombardearía con un montón de preguntas acerca de aquella cena, pero no fue así. Y aunque lo hubiera hecho, sería una perdida de tiempo, no respondería a nada, mi mente estaba en blanco, mi pecho sentía una enorme presión.  Tan solo recordar la mirada de Kookie, hacia que mi corazón se hiciera chiquito.

La culpa era una sombra que me perseguía impaciente, era como si jugáramos a las escondidillas, donde por muchos años llevaba ventaja, pues me había ocultado bien. Pero ahora, me ha encontrado y toca mi puerta desesperadamente para consumirme. No quiero caer nuevamente en sus manos, es por eso por lo que necesito distraerme, y lo único que esta a mi alcance es él, Jung Ho-Seok.

Me besaba apasionadamente, mientras caminábamos de regreso a la habitación. Sus manos me tomaron de la cintura y me jalaron hacia él, haciendo que nuestros cuerpos rozaran mientras nuestras lenguas estaban en una batalla, donde ninguna de las dos quería ceder. Podía sentir el sabor de aquella gaseosa que acababa de beber, un sabor artificial pero dulce, hacia que me sintiera sedienta por más. El roce de sus manos que descienden por todo mi cuerpo se sentía muy cálido, incluso había olvidado que mi ropa estaba empapada.

Retrocedí hasta topar con la pared. Me miró por unos segundos, era como si esperara alguna autorización de mi parte.

— Hazlo — hable agitada, aquel beso había robado tomo mi aliento — No me preguntes, solo hazlo.

Eso era todo lo que el necesitaba, un permiso sin culpa. Inmediatamente me despojo de mi playera, aventándola lejos de nosotros. Beso mi cuello delicadamente, bajando poco a poco a mi pecho. Sus manos cálidas se escabulleron por detrás de mi espalda y desabrocharon mi sostén, los tirantes se deslizaron por mis hombros, desprendiéndose por completo de mí.

Ho-Seok miró mi pecho desnudo por un momento, eso me hizo sentir un poco avergonzada, trate de cubrirme, pero él no me lo permitió.

— Me estas volviendo loco — sujeto mis piernas y me cargo, dejando caer mi cuerpo en la cama. Desabotono su camisa y se la quito frente a mí, pude ver su hermosa figura — No sabes cuanto deseaba tenerte así, lo siento mi sol, ya no puedo esperar más — Sus manos rompieron bruscamente mis medias, dejando un gran agujero en mi zona intima.

— E-Espera — intente cerrar mis piernas, pero fue inútil. Tomó mis tobillos y los colocó en sus hombros.

—  Lo siento, estoy impaciente — decía mientras desabotonaba su pantalón. Su mano sujeto su miembro y lo sacó de su ropa íntima. Tomó un preservativo del cajón de la cama y se lo colocó. Todo eso paso tan rápido, que, sin darme cuenta, su mano hizo a un lado mi ropa interior.

Entonces me miró directo a los ojos, pero no fue una mirada común, juro por dios que me estaba sonriendo con la mirada, haciendo que mi cuerpo temblara — Ho-Seo... — se hundió en mí por completo, no pude evitar dejar salir un fuerte gemido. Comenzó a moverse lento, pero penetrante y en la posición en la que tenía mis piernas, se sentía aún más profundo, estaba llena por completo.

Flexiono mis piernas llevándolas a mi pecho, mis rodillas rozaban mis senos. Sus movimientos se hicieron cada vez más rápidos y constantes, sus manos apretaban fuertemente mis piernas, mientras me gemía sutilmente a unos centímetros de mis labios. Mi mente estaba en blanco, se sentía tan bien que involuntariamente mis manos se aferraban a las sábanas.

—  No vuelvas a acostarte con nadie más — sus embestidas eran cada vez más rápidas. Gemía con tanta fuerza, que cuando lo noté, cubrí mi boca rápidamente — No te cubras, déjame escucharte, eso lo hace aún más excitante — habló rasposamente y un poco agitado. Se inclino hacia mí y comenzó a besarme.