CADENAS DE LUJURIA. [#2] (EN EDICIÓN)

CAPÍTULO 3

Lunes 17 de septiembre.

Berlín/Alemania.

Shara.

Todo había estado bajo control desde anoche, luego de que el ogro se fue, hice lo mismo, no antes de que maximilian me presentara a cada uno de los jefes de la mafia, cosa que encontré innecesaria, pues el solo siguio las ordenes del árabe, quien después de que pase un rato hablando con sebastian, lo llamó y le dijo algo.

Mi vista se centraba en la carretera, el tránsito en Berlín era una mierda, tienen los semáforos de lujo.

Me dirigía hasta el aeropuerto donde el jet de Sebastian me llevaría a italia, para por fin reunirme con mi madre, cosa que me emocionaba. Ver a mi madre significaría velo a él, algo que me carcomía cada que lo pensaba.

Me pregunto por qué no estaba en la fiesta, de seguro se fue antes de que llegáramos, es extraño, se suponía que los jefes deberían estar presentes. Pero bueno, lo sucedido en esa fiesta es un caso que quiero olvidar.

El jet se encontraba preparado para el despegue, baje del auto y me dirigí directo a él. mientras preparaban las turbinas y todo, decidí ver mis redes sociales y demás cosas en lo que terminaban, vi fotos de mis amigos en estados unidos, James y Liz seguían juntos y Hannah y Lucas tuvieron una corta pero emocionante relación.

A todos les ha ido de maravilla estos últimos años, han realizado su vida sin vivir bajo las sombras de alguien, entraron a la universidad, experimentaron cosas nuevas y yo, bueno sigo siendo la misma, lo único  emocionante que me pasó fue que casi muero.

***

5 horas después.

Milán/Italia.

Al atardecer arribe tierras italianas, las calles eran abastecidas por personas que pasaban de un lado a otro, el chofer se estacionó justamente frente a la empresa de mi madre, la cual se encontraba más resplandeciente que antes, pues habían remodelado absolutamente todo.

Caminaba hasta el ascensor bajo la mirada atenta y curiosa de algunos trabajadores quienes se detenían a saludarme o simplemente pasaba desapercibida para ellos.

El ascensor se detuvo en el último piso, oficia de mi madre, las emociones comenzaron a hacer estragos en mi, mis manos se apoyaron en la manija girándola para que luego la puerta sea abierta, me asomo por esta observando que no hay nadie en el escritorio.

Me adentro al lugar mirando todo, está más moderno que antes, unas fuertes pisadas se escucharon mientras se acercaban, la puerta fue abierta haciéndome girar. Se detuvo abruptamente al notar mi presencia, me miraba como si no creyera que estuviera ahí, como si fuera un sueño hecho realidad.