CAPÍTULO 9

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Martes 5 de noviembre.

Sicilia/Italia.

Shara.

Me removí bajo las calientes y cómodas sábanas que me cubrían, la intensa luz se colaba por las ventanas haciéndome estremecer y fruncir el ceño por el reflejo. Cubrí mi cara intentan que la luz desapareciera pero fue en vano, cambié mi posición y me coloque boca abajo.

Un delicioso y adictivo olor llegó. De seguro mamá está cocinando, quite la sabana de mi cara y con un inquietante dolor de cabeza me Levanté de la cama que anormalmente estaba más alta que nunca.

Abrí mis Ojos lentamente vislumbrando una pared blanca con detalles grises, Fruncí el ceño por la inusual decoración a mi alrededor. Rápidamente me levanté de la cama y camine a los grandes ventanales los cuales daban vista a la ciudad. Entre en pánico y camine a la puerta la abri y sali de esa habitación.

Fui recibida por un pequeño pasillo que daba camino a lo que parecía ser una sala de estar, muy modernizada por cierto. Las paredes eran blancas y el techo gris con una línea de luz a cada costado. los muebles eran negros con detalles blancos, frente a estos había una enorme y amplia television plasma. En una de las paredes había una colección de armas y en otra Cuadros hermosos y con temática abstracta.

¿Dónde demonios estaba?.

Coloque las manos en mi cabeza, haciendo que mi pánico aumenté e intentando concebir todo lo que hice anoche.

Miles de escenarios comenzaron a pasar por mi cabeza, desde secuestros a violaciones. Rápidamente me toque mi parte confirmando si había algún indicio de dolor o molestia, divise mi vestimenta que consistía en una enorme camisa que quedaba hasta la mitad de mis muslos.

Es de hombre, ¿Me acosté con alguien?

Velozmente camine hasta la pared en donde habian armas y tome una, afortunadamente no tenía seguro puesto, camine con cuidado a lo que deduje era la cocina. mis movimientos  eran lentos, pase el marco de la cocina en donde vi a alguien de espaldas de cabello negro y una amplia y trabajada espalda.

Cargue el arma haciendo que su inusual ruido se escuchara por toda la cocina. el hombre que estaba de espaldas dejó de moverse a los segundos, Divise un tatuaje que terminaba en espaldas, lo reconocí de inmediato.

Indeseablemente mi corazon comenzo a latir aceleradamente. Aun reconociendo a la persona en frente de mi, no baje el arma. El se dio vuelta y sus profundo  y penetrantes ojos me observaron en calma.

Mi labio inferior comenzó a temblar en el momento en que abrí la boca para articular algo.

—¿Que hago aquí?—Cuestiones al fin desaciendome de el nudo que se había formado en mi garganta.

El me detallo de arriba abajo antes de contestar.

—¿Estas segura que quieres escuchar cómo llegaste aquí?—Pregunto.—Las cosas que hicimos anoche dudo que te mantengan en calma.

Mi boca se abrió y grité estrepitosamente.

—¿Que?.—Baje el arma nerviosa.—No puede ser.—Retrocedí y corrí de nuevo a la habitación.

Deje el arma sobre la mesita de noche y busque mi ropa por todos lados. No la encontré, Voltee bruscamente encontrándome a Alexander en la puerta.

—La envie a la lavandería.—Habla deduciendo mis pensamientos.

No puede ser, que bajo caí ¿Enserio me acosté con él? ¿Enserió perdí mi virginidad estando ebria?. No, lo dudo, Alexander no se atrevería a tocarme estando borracha ¿O si?, No, no lo haría. La curiosidad y la incertidumbre por saber o confirmarlo me carcomía.

CADENAS DE LUJURIA. [#2] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora