CADENAS DE LUJURIA. [#2] (EN EDICIÓN)

CAPÍTULO 7

Sábado 2 de noviembre

Florencia/Italia

Shara

El agua caía lentamente por todo mi cuerpo mientras yo pasaba mis manos por mi cabello, se sentía bien, en verdad amaba la sensación. Cerré los ojos para permitirme disfrutarlo pero al momento unas amplias manos sostuvieron mi cintura. Sentí como unos carnosos y suaves labios depositaban besos por mi espalda y nuca.

No voltee, me permití disfrutar del momento, las enormes manos subieron a mis pechos los cuales agarro con autoridad y decisión haciéndome suspirar.

Una de sus manos viajo a mi parte íntima acariciándola con detenimiento, de un momento a otro las manos se alejaron, sentí como me tomaron de los hombros para girarme, mi cuerpo obedeció al mandato de inmediato.

Era el, sonreí con emoción al verlo, su cabello pegaba a su frente por el peso del agua. Acarició mi mejilla y pego su frente a la mía, cerré los ojos un momento aún sonriente, pero el me soltó.

Abrí los ojos nuevamente y el no estaba, salí de la bañera con mi cuerpo envuelto en una bata y había alguien recostado Boca abajo en mi cama. Me acerqué con cautela para divisarlo. Pero algo se me hizo extraño debajo de él había algo rojo, ¿Sangre? Tome un extremo de su cuerpo para divisar quien era.

Cuando voltee el cuerpo retrocedí horrorizada.

No, no, no, no, no

Lleve mis manos a la boca en un intento de no gritar pero la escena me afligida, me dolia.

Alexander estaba tirado en mi cama con una bala en su abdomen y otra en su cabeza, mientras sus ojos se mantenían abiertos.

Me acerqué rápido y tome su cabeza para colocarla en mi regazo, abrace su cuerpo con Agustina mientras gritaba que despertara, que no me dejara. De repente la puerta fue abierta dejando ver a un hombre con las manos manchadas de sangre mientras sostenía un arma, la levantó y me apunto, no hice ningún movimiento.

¡Shara!

solo escuché cómo disparaba...

¡Shara!

¡Shara!

¡Shara!

Me levanté exaltada y con la ropa empapada, unas manos se posaron en mis mejillas. Sentía como lágrimas salían de mis ojos, mire mi regazo buscándolo, aún lo siento tengo el presentimiento de que estuvo ahí.

—Mi amor.—Susurro mi madre aún sosteniéndome, la mire y mis lágrimas se intensificaron.

La abrace con fuerza intentando borrar esa horrible pesadilla. Todo se sintió tan real.

···

Miraba fijamente la pared aún aturdida por el sueño, mi madre no se había despegado de mi ni un segundo, desde hace rato me pedia le contara lo que había soñado, pero no quería recordarlo, quería borrar esas horribles imagenes de mi mente.

—¿Quieres un poco de te?—Pregunto intentando que articulara alguna palabra, pero estas se atoraron como si mi garganta estuviese cerrada. En respuesta me limite  a asentir.

Mi madre se levantó y emprendió camino a la cocina. En estos momento quisiera ver a Alexander, aunque mis planes de alejarme se arruinen quiero verlo.

Mi madre regreso con una taza en las manos la cual tome de inmediato ingiriendo el líquido que contenía. Ella me miraba atenta, pensativa y estoy segura de que aún intenta al menos suponer lo soñé.