CAPÍTULO 6

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Miércoles 28 de septiembre.

Vencia/ Italia.

Alexander.

Odio cuando estoy en cosas importantes y me interrumpen, ¿Saben lo que suelo hacer cuando me enojo?, no, que lindos son, no quieren saberlo.

Justo cuando estaba con shara los malditos inversionistas comienzan a joderme la vida. Subi a el auto dispuesto a atropellar a cualquier imbecil que se me interpusiera, pero luego recorde que soy una persona pacifica y cariñosa.

Llegue a la empresa donde fui recibido por mi secretaria Stefany, quien de inmediato me guio a la sala de juntas e iba recordandome todo lo que debia hacer hoy. Pura mierda, lo unico que deseaba en estos moementos era estar con Shara, todas esas malditas cosas que hice  e intente para recuperarla y ahora parece no ser la misma de antes, parece ser que no siente nada, me incomoda pensar que ese maldito guardaespaldas se estuvo involucrando con ella de un modo intimo.

Pero bueno, nada que una bala no pueda arreglar.

Entre a la sala donde ya todos me esperaban.

—Señor alexander, al fin llega, estuvim...— Lo interrumpo.

—No me importa, terminen de una vez no tengo todo el dia.

Los inversionistas, de los cuales no me si ni su puto nombre, comienzan a hablar e informarme de todas las inversiones que ha hecho la empresa, en estos ultimos mese  hemos subido de racking en todo el mundo cosa que al parecer le enorgullese a mi abuelo.

Luego de dos malditas horas de hablar pura mierda, subo a mi oficina, donde pretendo pasar un momento de paz, pero toda esa fantasia del infierno desaparece cuando veo a Anna sentada en mi escritorio.

—Al fin llegas, alex.—Se levanta colocandose ahora encima de la mesa.—Crei que me dejarias esperando.

—¿Que haces aqui?, te deje claro que no queria verte.

—¿Es por ella?, ¿Enserio vas a seguir rechazandome por ella?.

—Largate.—Voy directo a la pequeña mesa en la cual hay un vaso con una botella de whisky.—Te dije que no queria tener ningun tipo de contacto contigo.

—Pero tu padre quiere...

—Me importa una mierda lo que Francesco quiera, Y tu.— Me acerco a ella amenzadoramente.—Mas te vale que madures y deje s de lanzarte a cualquier tipo con dinero.

—Ella hizo lo mismo.

—¿Shara?, no, no te compares a ella, por que ella jamas seria capaz de hacer eso, preferiria mil veces irse a la calle vendiendo varatijas que ser una lanzada sin cerebro.

—Te vas a arrepentir de esto.

—¿De que?, ¿Pretendias acostarte con mi primo y luego que yo, dejara que tuvieras algun contacto conmigo?, preferiria que me cortaran las bolas.

—Ella no te ama, ¿que no la viste con su guardaespaldas?.

La mire fijamente.

—¡Marcos!.—De inmediato entro llevandosela a  rrastras mientras ella gritaba cosas que la verdad, no me importaban.

La verdad me valía lo que pensara o quería Francesco, hace años que lo he descartado de mi lista dorada, específicamente en el momento que me casi arregla un matrimonio con Anna. Del cual me enteré a tiempo y los mande a todos al diablo.

Pero Anna es, ¿Como les digo?, asfixiante, eufórica, loca. Es del tipo de mujeres que no puede hablar en un tono moderado, y odio a ese tipo de personas.

CADENAS DE LUJURIA. [#2] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora