ENCUENTROS ANONIMOS

458 4 0
                                    

Primer Encuentro

Iba muy retrasada en el trabajo, pero no pudo evitarlo, había pasado horas chateando con aquel individuo.
Llevaba haciéndolo toda la semana y en ocasiones se sentía como si la observara.
Era muy intuitivo y sus palabras eran certeras.
-¿No te vienes?
-Voy a quedarme hasta que lleguen los de la limpieza.
Ten cuidado y no te quedes encerrada o lo harás hasta el lunes
-Tres días ¡ Vaya forma de pasar el puente¡
-Yo pienso salir esta noche de juerga ¿Por qué no te vienes?
Arrugo la nariz
-Voy a terminar todo esto.
Sus compañeras salieron ruidosas.
Ella siguió tecleando lo mas rápido posible.
Si conseguía transcribirlo todo, ya corregiría las faltas de ortografía.
Realmente era una lista interminable de aburridas ventas.
Estaba acalorada.
Lo comprobó tocándose las mejillas con las manos.
Decidió refrescarse en el baño.
Primero entro en uno de los reservados he hizo pis.
Sintió una puerta.
-¿Hay alguien?
Pero nadie la contesto.
Salio, se lavó las manos y se inclino, sobre la corriente de agua del lavabo para lavarse la cara.
Una mano la sujeto la cabeza fuertemente, metiéndola la cabeza por completo en el lavabo, pero sin tocar el agua.
Sintió pegado contra ella las piernas y la virilidad de un hombre.
La estrujaba contra el mármol de la pasarela de los lavabos en fila.
Casi la hacia daño.
Se inclino sobre ella, convirtiéndose en su segunda piel.
-Si te portas bien...viviras...
La voz había sido un susurro.
La mano que la apretaba la cabeza, se convirtió en un puño que la tiraba hacia arriba del cabello.
Permaneció con los ojos bajos, tenia miedo, mucho, mucho miedo.
No podía evitarlo, tenia la respiración acelerada, haciendo que su cuerpo se moviera sin control
-Mirame...- La seguía susurrando al oído-
Despacio, levanto los ojos barriendo el espejo. Paro al llegar al reflejo del cuello masculino y boqueo aire buscando el valor suficiente para mirar a su agresor.
Solo vio una mandíbula cuadrada y unos labios llenos y jugosos. El resto lo tenia tapado por una mascara negra, al igual que su cabello.
-¿Sabes quien soy?
Si no estuviera tan asustada, esos susurros la hubieran humedecido el tanga...
Negó con la cabeza y eso la produjo dolor, pues el la sujeto fuertemente.
De un vistazo rápido advirtió que no había armas ni cuchillo de por medio.
Lo intentaría.
En algún lugar del edificio estaban los de la limpieza y fuera estaban los telefonos....si conseguía esconderse hasta que llegara la policía...
Cerro el puño con toda la fuerza que pudo y golpeó para atrás, en un intento de lastimarle su hombría.
Lo cogió por sorpresa. Sintió como la soltaba el cabello y se doblaba sobre si mismo, así que corrió rápido. Un solo paso.
Una mano la cogió del tobillo, tiro de el y la hizo caer hacia delante.
Sintió un golpe y todo fue oscuridad

CAPITULO 1

Despertó poco a poco.
Olía a humedad.
Quiso abrir los ojos pero no pudo. Rápido se dio cuenta de que tenia un antifaz, de esos de dormir
Intento dilucidar lo que ocurría.
Con la lengua pudo comprobar que estaba amordazada con una de esas bolas sexuales.
Los brazos atados a la espalda.
Sabia que estaba tumbada sobre algo precario, pero ni muy duro ni blando.
Intento mover las piernas, pero...
Si intentaba bajar las piernas la dolían las muñecas.
Intento moverse, tenia que intentar salir de allí, pero paro al sentir una presencia junto a ella-
-¿Esto es lo que buscabas zorrita? -Seguía susurrando junto a su oreja...
La puso un dedo en el hombro y fue moviéndolo, despacio hacia abajo, recorriéndola el cuerpo, así se dio cuenta de que estaba desnuda.
No totalmente, sentía sus liga a media pierna y su tanga...
-Eres una embustera..., no usas sujetador como dijiste....-El aliento le olía a menta-
Voy a quitarte las mordaza y tomaras una aspirina. Te sentara bien para ese punzante dolor de cabeza.
Esa muestra de preocupación, la tranquilizo momentáneamente.
De malos modos hizo lo prometido.
Luego oyó la puerta abrirse y cerrarse...
Comenzó a gritar pidiendo socorro, rogando ayuda, llorando como una bebe temblona y luego sorbiendo los mocos cuando se dio por rendida.
Algo la advirtió de  que él estaba allí
-¿Has terminado? - Cuando termino de susurrarla, la lamió obscenamente la oreja y la mordisqueo el lóbulo.
Ella asintió
-Abre la boca. - Volvió a ponerla la mordaza.
Le sintió ponerse tras ella.
Comenzó a besarla la planta de los pies, al tiempo que la masajeaba las piernas...
Besando la zona dolorida por las cuerdas...
Acaricio y presiono los triángulos del tanga.
A pesar de la mordaza, un sonido salió de su garganta.
Cogiendola por las rodillas tiro de ella hacia atrás.
El miembro masculino se acomodo entre las piernas y lo movió contra su raja.
'' No puede ser'' -Pero sintió como se humedecía a pesar de estar presa del miedo...
La masculina risa sorda la llego desde atrás.
La aparto el tanga y tanteo con uno de sus dedos.
Ella se movió intentando evitarlo, por lo que la risa masculina aumento.
Despacio, la metió el dedo hasta los nudillos y lo movió dentro fuera varias veces.
La humedad corrió rápida, mojándole los dedos.
Dentro, fuera, dentro fuera, masturbándola hasta que sintió como empezaba a moverse y oprimirle levemente.
Con la otra mano masajeo su clítoris hasta que la sintió llegar al orgasmo, después saco los dedos.
Durante unos momentos solo oyó su propia respiración.
-Sabroso. -La quito la mordaza y froto algo húmedo contra sus labios-
-Pruébalo es tu esencia...-Ella obedeció, no entendía lo que la ocurría-
Volvió a tirar de ella, esta vez cojiendola de los brazos.
La bajo la cabeza contra la superficie donde estaba tumbada, pensó que iba a asfixiarla, pero solo encontró un hueco.
Le sintió mover sobre su cabello.
La había soltado el antifaz, al tiempo que había sujetado su cabeza en aquella postura. Le retiro el antifaz, desde abajo.
Tuvo que parpadear varias veces para acostumbrarse a la luz, mirando para los lados, la pareció estar tumbada en una camilla de masajes terapéuticos.
Su captor se acercó tanto como pudo.
Se saco una verga bien desarrollada y algo empalmada.
El pelo que la rodeaba, era negro, tanto o mas que el que había visto en su cabeza.
Al igual, que había hecho con ella, se cogió el cuello de su pene y lo movió rítmico delante de sus ojos.
Delante, detrás, arriba y abajo.
Se la soltó un momento y la puso la mano delante de la boca.
Supo lo que pedía, así que le lamió, hasta que el considero que era suficiente y volvió a masturbarse, mientras ella miraba, como aquella maravilla crecía y se ponía cada vez mas dura.
Cuando estallo algunas gotas fueron a para a su cara, el le ofreció su mano y ella acepto.
Lamió y lamió hasta dejársela limpia.
Volvió a desaparecer de su vista.

CAPITULO 2

Cuando volvió, sintió que la soltaba las cuerdas de las piernas se las estiraba con cuidado y volvía a atarla y lo mismo con las manos, solo que esta vez eran cuerdas de raso.
El suspiro de alivio, la asombro hasta ella.
Puso algo debajo suyo, la retiro el antifaz y vio fresas bañadas en chocolate y una copa con una pajita y muchas burbujas, eso y el color, la hizo pensar que era champaña.
La alimento despacio, intentando que fuera un juego y la dejo. No pudo evitarlo dormito, pero no supo cuanto, pues la despertó su propio grado de excitación.
Su secuestrador la estaba lamiéndola e invadiéndola con la lengua.
No pudo evitar algún que otro gemido, hasta que la hizo terminar con uno bastante fuerte por no poder reprimirse.
Se inclino hacia ella y la susurro.
-Retribucion...
-Sí...
La coloco el antifaz antes de soltarla la cabeza.
El mismo guió su boca hasta su polla y ella como loca lamió, desde los genitales a la cabeza, chupo masajeando su largura con los labios, jugo con su lengua mimando el prepucio y trago todo lo que tenia para ella hasta casi ahogarse.
-Buena chica....
Ella afirmo con la cabeza....
El rió
Se dejo caer en la camilla y el se inclino hacia ella....
-Aguanta aun queda...
El desapareció o se alejo, pero decidió no hacer tonterías, de momento no creía que peligrara su vida.
Volteo y bocabajo en la camilla y volvió a dormitar...
No supo cuanto tiempo, hasta que sintió de nuevo su lengua, solo que esta vez en el ano.
-¡No¡
-Sí o sí...
La trabajo el ano con paciencia durante tanto tiempo que parecía haber perdido las consciencia en el proceso, hasta que sintió como empezaba a penetrarla.
Eso la quito toda la excitación de repente, se puso rígida, así que de un movimiento la enfundo hasta el final.
Ella grito y no de placer.
Estuvo quieto unos minutos.
Cuando se movió, fueron milímetros, al menos al principio, luego el movimiento creció al igual que la fuerza del empuje.
Esta vez el gruñido salió de la garganta masculina.
Para ella fue una mezcla de dolor y placer, después de su desvirgacion anal, y el dolor desgarrador, pudo darse cuenta de que quizás, se pudiera disfrutar.
La dejo descansar y durmió, vaya si durmió, se la había caído hasta la baba.
Se dio cuenta de que la había cambiado de postura nuevamente, estaba boca arriba.
-Abre la boca - la susurro.
La puso algo suave.
Ostras.
Ella movió la cabeza negativamente, pero el siguió dándoselas hasta que se acostumbro a su sabor y tacto suave.
Sintió que algo la resbalaba por el pecho...hielo..
Jugo con el y detrás de el iba su boca y su lengua, hasta llegar a sus pechos.
Primero el contorno, luego las aureolas y finalmente los pezones...
Los enfrió, para luego lamerlos, y morderlos en sucesivos juegos con el hielo hasta que parecieron dos proyectiles a punto de salir disparados.
Beso el ombligo y confirmo su excitación antes de calzársela.
La estaba mirando, de eso estaba seguro, podía sentir sus ojos devorándola la piel
El ritmo llego a ser tan fuerte que la camilla parecía a punto de quebrarse.
Al tiempo que ella se mordía los labios en un intento de controlarse, el la susurraba palabras soeces y bastas al oído, haciéndola encenderse aun mas.
Le sintió, ponerse mas duro aun...crecer dentro de ella....parecía querer salirle por la boca.
-Retenlo...
Pero no pudo obedecerlo.
Se cerro sobre el, estrangulándolo y oprimiéndolo hasta llevarle tras de ella.
La boca masculina de labios rellenos y jugosos, la besaron con vehemencia
Sintió como la desataba, pero no tubo ni fuerza, ni voluntad para moverse.
Algo suave la toco la mejilla y la despertó.
Una preciosa rosa roja.
Esta desnuda encima de la camilla, desatada, sin mordaza y sin antifaz.
El llevaba el suyo y unos pantalones.
La mostraba el torso, moreno, fibroso sin parecer un hombre de gimnasio, aunque ella le sabia en forma.
La señalo una silla con ropa de mujer que parecía nueva.
-No llegues tarde al trabajo ...-la susurro-
Ella le miraba confusa mientras se acercaba a la puerta
¿Habían pasado así tres días?
El volteo la cabeza y la miro por encima del hombro
-Una ultima cosa...-seguía susurrando-
Ten cuidado, con la próxima cosa que le digas que deseas a un desconocido en la red...amiguita...
La fallaron las pierna y callo al suelo al darse cuenta de que aquel hombre era el desconocido con el que había estado chateando

Cuentos y Relatos EroticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora