Hambre

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He salido a alimentarme como todas las noches solo que en esta estoy melancólica y triste.
Mi amo desconfía de mi y con razón, una carpatiana amante de un garou, amiga de otro. Así que me ha puesto escolta.
No sabe si creerme cuando le digo que mi nuevo amigo, es solo virtual y amigo hasta que pudiera ponerme las manos encima, en ese entonces creo que disfrutaría e incluso obtendría mucho, mucho placer, apretando mi cuello mientras ve como se escapa la vida de mis labios rojos.
Este sitio esta infectado de hombres autocomplacientes que saben que son de lo peor, pero quieren creer lo contrario, diciéndolo en voz alta a ver si alguien mas se lo cree.
Decido que hoy no puedo alimentarme de ninguno de ellos o quizás mi melancolía y mi tristeza puedan mas que yo, aun no estoy dispuesta a pasar al otro lado, de hecho le hice prometer a ''el '' que me mataría si eso sucedía. Mi compañero dijo que me recluiría a su cuidado y no dejaría que nada me pasara hasta que se uniera a mi. No quiero. No deseo esa vida, o esa muerte.
Salgo, consciente de que uno de eso malditos me sigue, no pasa nada no es peligroso, al menos no para mi, pero a pesar de todo lo intenta. Me arrincona contra la pared. Sonrió, sabedora de que mi poder mental me lo quitara de encima y además he visto a Theodor al final de la calle. El tampoco me gusta. El si es peligroso.
Pero antes de que ninguno de los dos hagamos nada, de la oscuridad, sale un hombre de bastante envergadura. Lo coje por detrás y esquiva el primer golpe y el segundo, pero no esta dispuesto de evitar un tercero así que golpea al borracho y le deja caer inconsciente sobre el suelo.
-Estas bien- me pregunta solicito. Tiene unos ojos verdaderamente increíbles, son ojos limpios, me ha ayudado sin segundas intenciones, bondad.
Yo afirmo con la cabeza
- No deberías estar por aquí sola a estas horas y mas siendo tan bella, ¿Te llevo a algún lugar? Al menos deberías ir a un sitio mejor iluminado.
-Cállate - le ordeno en su cabeza - Le inmovilizo con un pequeño conjuro y me inclino sobre su cuello. Mis colmillos hicieron muy poco ruido al traspásale la piel, tiene la sangre caliente y dulce, su adrenalina corre rápida, no me he dado cuenta de ocultarle lo que le esta pasando y siente algo de miedo.
-Lo lamento, pronto lo olvidaras, créeme- Mi poder mental comienza ha ponerle imágenes dentro de su cabeza , cosas ... como que nos hemos conocido en un garito, que nos hemos gustado , hemos sentido la urgencia de ir a otro lugar y que estamos haciendo el amor de forma desordenada y descontrolada en la parte de atrás del callejón.
De pie, rodeado por mis piernas, arriba y abajo, movimientos rítmicos, sintiendo como le llega la plenitud a la par que toca mis senos por encima de la ropa y yo le beso, le beso en el cuello.
Cuando termino de alimentarme le ordeno que vuelva a casa y solo guarde un buen recuerdo
El asiente y camina mientras llora ¿Por qué lo hace, nunca me había pasado?
Theodor se acerca.
¿No lo sabes? Joder jefa, eres tan condenadamente buena que hasta mi me la pones dura ¿Cómo no se iba ha enamorar de ti un simple humano?

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