Sueño Sonico

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Abres los ojos, pero sabes que no estas despierto.
La luna te es extraña, parece pintada en el cielo.
El lago te es familiar, pero no es donde te has bañado unas horas antes, tiene cisnes negros nadando en su superficie. Los juncos verdes parecen a ver sido colocados y las estrellas cosidas con puntada de oro.
Tu instinto te dice que no estas solo, así que volteas y ves una figura femenina.
No la ves el rostro pero sabes que soy yo, la que nada despacio, dejando que mires la simetría de mi cuerpo.
Me siento en una roca , ni cerca ni lejos y con una pastilla de jabón me comienzo a enjabonar, cuello, brazos, senos, piernas, nalgas, pies.
Bajando despacio, formando círculos, subiendo aun mas lento, hasta hacer que mis pezones se endurezcan por tu mirada y mi tacto.
Un leve movimiento y de nuevo en el agua quitándome el jabón, al salir me tumbe a la luz de la luna, retirándome el exceso de agua, hasta convertirlo en una masturbación, tocándome los senos, pellizcando los pezones, el capullo de mi feminidad, poco a poco hasta desahogar la pasión.
Alzas la cabeza y cierras los ojos, tus desarrollados sentidos te hacen creer oler mis jugos.
Te deleitas mirando mi lujuria mientras me recorro el cuerpo.
Tu espada crece y tu respiración se agita, hasta dejarte convertido en una bestia irracional, sedienta de el calor que genero en mis caderas.
Deseas abrirme de nalgas y hundirte en mi.
Escuchar mi quejido de inconformidad y satisfacción a la vez que me sujetas por el cabello haciéndome arquear la espalda....
Pero se oye un ruido extraño.
Giras rápidamente.
Oh, es el crujir de la silla en la que soñabas despierto....Sientes mi presencia



Maldices ¿ como eres capaz de hacerme algo tan rico y cruel a la vez?
Maldita mujer..... Mil veces maldita.... Juegas con mi mente
Salgo en mi caballo al galope
Tardo en llegar a tus dominios, todo esta oscuro, la guardia atenta, el señor salió de caza pero no tardara en regresar.
Trepo con por la pared, derecho al torreón, allí se guarda el tesoro de la mansión, tu.
Instintivamente sabes que algo te acecha en las sombras del cuarto y te dispones a defenderte.
He llegado a ti antes de lo que suponías y rio....
Te espantas al reconocer mi presencia
-¿Cómo....? ¿En que estabas pensando al venir aquí?
¿No eres consciente del peligro que eso supone?
Te beso y te beso hasta disipar tus miedos.
Te dejas llevar por el placer de mi contacto.
Te rozo los senos con los nudillos de mi mano y dejas escapar un gemido.
Sientes mi pierna invadir el hueco entre las tuyas.
Vas con un vestido blanco adornado por una estela plateada de transparentes botoncitos, no tendré paciencia para desabotonarlos, así que de un tirón rasgo la prenda.
Tus ojos me miran entre pasión y miedo.
-Conmigo no jugaras mas...
Te levanto cogiéndote por el trasero, te equilibro y entro en ti sin reserva, sin remordimiento.
Escucho un quejido, mas ligado al dolor que al placer.
Me excita mucho a pesar que durante un segundo pienso que fui demasiado brusco, pero al ver como tu lengua se relame los labios, me olvido y empiezo a arremeter sin piedad.
Gimes muy alto, desesperada en la pasión, tanto que un toque en la puerta nos cubre de hielo.
Es la guardia, han descubierto la entrada de un intruso pero no lo encuentran y preguntan si todo va bien.
Tu afirmación sale sin fuerza la primera vez de tu garganta, por lo que carraspeas y afirmas mas alto.
-Sí
Se alejan sin objeciones.
-Estas loco....
Me alejo para castigarte y tu me pides con desesperación que me quede que te vuelva a poseer.
Te doy la vuelta y miro con recelo esas nalgas, deseo entrar en ellas, a pesar de que aun no estas....
Así que te tomo con un brazo por las caderas y con la otra mano te sujeto del cabello.
Bufas, gritas y te retuerces, pero finalmente te sientes plena, tanto que tu sola te balanceas.
Cada vez que observo la curvatura de tu espalda creo excitarme un poco mas.
Pero con suavidad y firmeza, te desacoplas y me pides paciencia.
Veo en tus ojos ese brillo de picardía que suelen tener cuando tomas mi instrumento.



Sonrió, se que te gusta demasiado, como para negarte.
Lo cojo, lo sobo, lo dirijo a mi boca....
Lo ensalivó, lo beso, lo lamo y chupo...
Lo aspiro y vuelvo a besarlo...
Lo caliento y mimo con la lengua...
¡ Dios que delicia¡
Te pregunto si quieres sentirme de nuevo y asientes con la cabeza.
De un vigoroso empujón te hago caer en la alfombra y me subo sobre ti....
Despacio bajo con suma delicadeza, dejándote ver el proceso de cómo vas entrando en mí, milímetro a milímetro, agonía...
Comienzo la cabalgada a paso regio, pero no puedo soportar mantener ese ritmo cuando una de tus manos me pellizca los pezones y otra me acaricia el clítoris....
Cierro los ojos y no soy consciente de nada mas.
Egoístamente busco una liberación y la halló, solo para darme cuenta en el descenso a la tierra de que te llevé conmigo...
Agotada caigo sobre ti y tu me besas la sien mientras que sonríes...

¿Quién violo a quien?

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