El rescate

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Desde lejos se le veía. Era un cuerpo de hombre fuerte y musculoso, al cual habían hecho prisionero con unas cadenas cadenas livianas para su fuerza, pero como están cerradas por un candado de dragón mágico.

Le están produciendo bastante dolor, ya que ese tipo de dragones son eléctricos, así que le estarían dando continuas descargas, las cuales, no matan pero atormentan en extremo.

Que le estén causando daño a propósito a mi hombre, me cabrea mucho, así que solo conseguirán que los truenos estallen sobre su cabeza.

He recurrido a la invocación de los druidas, así que nuestros guerreros están conjurados, con barreras defensoras, para evitar sus espadas.
Junto a los druidas, algunos otros magos, no tan benévolos nos acompañaban, para hacer que los rayos de la tormenta descargaran sobre el enemigo antes de entrar en batalla.

No quedara piedra sobre piedra, hasta que el señor del averno sea liberado y yo camine un paso por detrás de el.

A pesar de que no mueve ni un músculo de la cara, veo como el resto de los músculos del cuerpo se tensan con cada sacudida, es mas lo siento en mi piel.
La batalla avanza en tu dirección, tus soldados, los míos, nuestros amigos ,luchan por llegar a ti antes de que alguien se de cuenta de que tienen la batalla perdida y te quieran pasar a cuchillo.

No puedo permitirme dejar de odiar. Mis ojos no se despegan de tu cara, tu eres mas consciente que yo de los enemigos que van siendo heridos o muertos por mis armas.
Las flechas silban a tu alrededor y una de ella te roza un brazo haciéndote sangrar.
Necesito tu calor para asegurarme que esta pesadilla terminara, me pongo de pie sobre mi caballo de guerra y lo lanzo al galope entre la tropa enemiga, como si fuera el ariete que abrirá el paso.
Manteniendo el equilibrio sobre sus lomos solo tengo que dejar colgando a cada lado de mi cuerpo las espadas, y ellas con el aire que desplazan, van cortando las manos y brazos de los enemigos que osan interponerse. Detrás de mi, tu preciado ejercito.

La batalla termino, ahora estas solo rodeado de tus hombres. Uno de tus muchachos intenta arrancar al candado dragón para liberarte y lo único que consigue es un buen mordisco y que tu recibas una descarga, ambos apretáis los dientes sin soltar exclamación alguna.
Un druida se lleva al herido, tendrá que curarle con magia.
Dos druidas se ayudan para vencer  la magia del candado dragón, al fin pueden abrirlo ya que ahora es un simple candado metálico en forma de dragón, se lo llevan junto con las cadenas, y pronto nos dejan solos a los dos.

Me coges de los brazos y me acercas a ti, yo pongo mis manos abiertas sobre tu pecho, tengo que asegurarme de que estas bien, y a pesar, del sudor que cubre tu piel por el esfuerzo de aguantar las descargas, la sangre de tu brazo y un poco de suciedad del campo estas perfecto, así que por fin salto y me cuelgo de tu cuello para besarte, ese avance mio, te hace tambalearte así que te miro preocupada, y me giro entre tus brazos para darte la espalda muy apretadita a ti, no quiero que te caigas, con un silbido llamo a mi caballo y te hago montar en el y yo detrás, así llegamos a nuestra tienda de campaña.

Allí todo esta preparado y lo primero que te hago tomar es un vaso de vino tinto, caliente con especias, se que no es tu bebida preferida, pero te hará recuperar fuerzas, te sientas, mas bien medio tumbas en un rincón de la tienda que esta totalmente cubierto de gruesas alfombras y mullidos cojines mientras que me pides un baño que yo mando rápido a preparar, mientras calientan el agua en la fogata, me pongo de rodillas entre tus piernas estiradas, para hacerte un reconocimiento con mis manos, tus robustas piernas, no parecen haber sufrido daño alguno, pero los músculos de tus muslos están tensos, seguramente la electricidad aun corre por tu cuerpo.

Te cojo una mano y la pongo sobre mi hombro para tener tu brazo extendido, revisarlo y después el otro,tienes pequeñas quemaduras por donde tenias las cadenas puestas
por tu torso, se marcan casi todas la venas dilatadas por el esfuerzo, avanzo un poco mas rozandote la entrepierna con las rodillas, para asegurarme de que las quemaduras de tu cuello no son graves y no puedo remediarlo. te beso despacio, con devoción la marca longitudinal de la cadena.

.-Son roces del esfuerzo por los intentos de liberarme.

En el baño, mis esfuerzos en recuperar la normalidad se reafirman, y por eso el proceso de enjabonado es lento, minucioso y algo picante. Así que no me asombro cuando me doy cuenta de que te las apañado para que termine con mi ropa mojada y pegada al cuerpo, en transparencias.

Me estas poniendo muy acalorada, así que te pido que te levantes y te pongo una toalla al rededor de la cintura y así sales de la tina. Arrastro un banquete y me subo encima para frotarte la cabeza y la espalda, por una vez soy mas alta que tu y mi pecho queda a la altura de tu cara, parece que esa idea te gusta, ya que comienzas a besarme y lamerme los senos, con un tratamiento especial en los pezones.
Haces que todo mi cuerpo se estremezca, soy consciente de cuan cerca estuve de perderte. Mis manos tiemblan al aplicarte el ungüento de miel, caléndula y melisa, que te quitara el dolor de las quemaduras.

.- Ya casi he terminado.
.- No preciosa, mira para abajo, hay también me duele y necesita tratamiento.

Despacito bajo la mirada por todo tu cuerpo , hasta llegar allí y ese pene todo erecto me hace salivar y tragar para no ahogarme con ella.
Te miro para con carita de buena.

-¿Alguna petición especial para el tratamiento de la zona afectada? No parece que necesite cremas.
.-No mi vida tu sabes muy como tratarla.

Camisa fuera, que va a parar dentro de la tina, y comienzo a resbalar hacia abajo frotando los pechos contra tu cuerpo mientras bajo para terminar sentada en el taburete, mientras te doy sonoros besos alrededor del pene, que parece moverse un poco buscando atención extra.

.-Ufffffffff dios del vaco, voy a necesitar un trago de vino caliente.

Besado por fin se estira un poco mas y su cúspide se pone rojo por el esfuerzo, así que lo lamo y metido en la boca, para cerrar los labios fuertemente contra el haciéndolo prisionero.

Dentro fuera despacito, mientras que mis manos se pasean por tus piernas bajando por el frontal y subiendo por detrás hasta llegar al trasero donde masajeo y vuelvo a repetir de nuevo, uhmnmnm tienes el trasero muy apretado.

He sentido como que te daba un vértigo así que me levanto y te sonrió, tiro levemente de ti, para que me sigas hasta la cama donde te empujo.
Quedas tumbado de espaldas con las piernas por fuera, con los pies en el suelo, así que poniendo tus brazos detrás de la cabeza, ves como mis manos te cogen el pene y me froto con el el clítoris, para conseguir una masturbación mas que buena.

Te subo las piernas a mis hombros, como tu lo has hecho otras veces conmigo y dejo que me penetres, no hay mucho mas que puedas hacer que rendirte al placer, te agarras de mis pechos, cuanto mas fuerte me pellizcas, mas rápido me muevo yo, te esta gustando y demasiado.

Tras unos movimientos furiosos por ser el dominante o el dominador, termino de espaldas en la cama, contigo bombeando a un ritmo brutal, hasta que los gemidos de los dos indican la liberación total.

Cansado te dejas caer a mi costado.

.- No quiero que vuelvas a dejarme sola jamás.
.- No mujer no lo haré jamás.
.-Te prometo que si lo vuelves a hacer, después de salvarte, te mato yo misma y no será de esta forma...


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