07

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"07. Take me to the lakes where all the poets went to die..."





Celine había estado básicamente recluida en la habitación de Stiles desde que todo había pasado, con él, Noah, e Isaac (a quien Stiles había llamado cuando Celine se durmió, para contarle todo lo sucedido y exigiéndole que llevara su trasero peludo a su casa y consuele también a su madre adoptiva) como cuidadores, los tres, con sus respectivos horarios y demás pero se las ingeniaron para que la chica estuviera el menor tiempo posible sola.

Aunque ninguno había logrado que probará bocado o saliera de la habitación. Estaba demasiado deprimida como para hacerlo.

Ella sospechaba que lo que le sucedía no era normal, es decir ¿El corazón roto duele tanto? No, imposible, debía pasarle algo más porque sentía como si una parte de ella estuviera muerta.

Gruñó despertándose de su sueño de quince minutos (porque Derek, el muy maldito, hasta eso le había quitado, la posibilidad de dormir como la gente) y atendió su celular cuando vió la llamada de Isaac.

— Celine, necesitamos tu ayuda...

— ¿Con qué? ¿Están bien? — preguntó, dejando el sueño a un lado y levantándose de la cama — Te juro Isaac que como estés en problemas…

— Sí, estamos bien, pero vamos a tender una trampa a los alfas.

La chica frunció el ceño. Algo sonaba mal.

— ¿Vamos?

— Sí, Derek, Boyd y yo — habló Isaac detrás del teléfono, suspirando — Celine, no te lo pediría si no fuera que necesitamos toda la ayuda posible.

La castaña suspiró, no estaba lista para ver a Derek, en verdad no lo estaba, pero ni en diez vidas dejaría que sus betas estuvieran enfrentándose solos a los alfas, eso no pasaría mientras ella estuviera viva.

Isaac cortó la llamada para que la joven pudiera ir hacia el Loft lo más rápido que pudo.

(...)

— Hola chicos…

Los dos adolescentes la hundieron en un abrazo, siendo capaces de oler la tristeza en ella. A ninguno le gustaba ver a la chica que los había amado y cuidado tanto así de lastimada, y ya varias peleas se habían desarrollado contra su alfa por eso.

— Gracias por venir…

La chica asintió a las palabras del rubio, y ellos dos abrieron el paso a la residencia, topándose con un muy malhumorado (más de lo normal) Derek Hale.

— Regresen a la escuela — ordenó Derek ni bien el trío ingresó al Loft.

— De hecho, no podemos. Boyd y yo estamos increíblemente enfermos.

Celine quiso reír ante la respuesta de Isaac.

— ¿De qué? ¿Daño cerebral?

— Bueno, yo tengo migraña y Boyd tiene diarrea.

El susodicho puso los ojos en blanco.

— Estamos aquí para protegerte — le dijo él.

— ¿Para protegerme? Entonces estoy en problemas.

La postura de Isaac se volvió tensa ante el tono sarcástico de su alfa, dando un paso al frente.

— Quiero dejar algo claro — comenzó, carraspeando para juntar valentía — Ya no seguiré tus ordenes, no después de lo que le hiciste a Celine, pero es por respeto a todo lo que me diste, nos diste, que estamos aquí.

I KNOW PLACES | Derek Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora