CAPITULO 25: NEGRO Y ROJO

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25-NEGRO Y ROJO

**Byakuya**

Aún no me hago a la idea de que he vuelto a la ciudad. Todo parece igual que cuando me fui, aunque las vidas de todos los que conozco o conocía han ido cambiando, siento como si volviera a retroceder al punto de partida desde el que me fui.

-Señor, ya tiene todos los muebles subidos al apartamento ¿necesita alguna cosa más? -

-No, es suficiente-pago al transportista el cual se aleja con el camión de mudanzas mientras yo suspiro al tomar el ascensor y entrar en el lujoso apartamento que he comprado, muy diferente al que tenía antes cuando vivía aquí, donde compartí mis últimos momentos con Renji y donde también se llevó a cabo la atrocidad que después se convirtió en un estigma para mí. No quiero regresar a un sitio donde al cruzar el umbral recuerde porqué salí huyendo de aquí para mudarme a la capital y volver a ser juez del tribunal supremo. Ahora que vuelvo a ser alfa, siento como si mi vida "omega" o zeta hubiera sido un simple sueño o pesadilla a borrar en mi mente. Como si nunca hubiera existido...pese al error con el que cargo a diario...

Cuando giro mi vista hacia el sillón, veo la pequeña figura de esa criatura de cabello negro con sus ojos rojos puestos en la televisión encendida y agarrado a su peluche de oso férreamente. Apenas se mueve del sitio en el que le he dicho que se quedara y apenas pasan unos minutos cuando el timbre suena y hago subir a un chico rubio de ojos azules que me saluda cortésmente.

-Kuchiki-san, soy Kira Izuru, el cuidador a domicilio ¿ese es Mugetsu-chan? - asiento levemente y Kira sonríe acercándose al pequeño que le mira de reojo y tenso.

-Hola Mu-chan, me llamo Kira, vamos a pasar mucho tiempo juntos ¿quieres que seamos amigos? - el niño agacha el rostro ocultándolo contra el peluche como respuesta tímida.

-Oh, no quería asustarte...- me aparto para ir hacia una de mis cajas embaladas y sacar el talonario para escribir un cheque que le ofrezco al chico en mano.

-Su hijo es una preciosidad, Kuchiki-san. Nunca había visto un color de ojos como los suyos, son espectaculares-

-Para mí son un infierno- chasqueo la lengua al ver como mi respuesta le sorprende, pero le ignoro. –Te daré dinero para sus gastos de comida y ropa. Creo que con lo que te pago, puedes estar con él la mayor parte del día-

-Pero ¿y usted? Si estoy yo todo el tiempo no tendrán tiempo para pasarlo juntos-

-Soy juez, mi trabajo me absorbe por completo, para eso te he contratado. Tienes un cuadrante con sus horarios de comidas-

- ¿No va a la guardería? - le niego con la cabeza y él insiste. –Si quiere puedo sacarle al parque a una hora fija todos los días, para que se relacione con otros niños al menos...-

-Todos los días no y procura llevarle a un parque de otro distrito, no cerca de aquí ¿te ha quedado claro? –le hago una advertencia visual para que no siga preguntando más de la cuenta y cojo mi maletín y mi toga doblada sobre mi brazo para salir fuera a coger el coche y encaminarme al trabajo. Regresar al tribunal de menores por orden estricta de mis superiores fue algo que no me esperaba en absoluto. Al parecer mi padre tuvo algo que ver con mi traslado porque no soporta que esté totalmente incomunicado con mi familia ¿pero qué se supone que tenía que hacer? Yo necesitaba tiempo para muchas cosas. Para asimilar que soy un maldito zeta, que no puedo estar con el hombre que amaba por nuestras naturalezas, que él tiene un hijo que yo no pude darle y yo tengo otro resultado de una violación ¿¿Cómo se espera mi padre que aceptara todo eso?? Para colmo mis hermanos Soujun y Sen me odian por encerrar a sus parejas, aunque yo lo hice por ellos, al final sólo conseguí su rabia....

"RAZAS" (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora