Siempre contigo II: La Guía del Rukh {Aladdin}

Capítulo 27...Hakuryuu y Kouen

¡Hola mi gente! :3

Aquí les dejo:

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Capítulo 27...Hakuryuu y Kouen

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Seis meses. Ese es el tiempo que ha pasado desde que se separó de Aladdin y los demás.

Un mes. Es el tiempo que ha pasado desde que se enteró de la muerte de su tío, el Emperador de Kou.

Durante ese tiempo, se reunió con su hermana y la ayudó en sus batallas usando el poder de Zagan. Sabía que a ella no le gustaba ese poder, pues el hecho de poder manipular a seres microscópicos y hacerlos más grandes era algo un poco aterrador, y él era plenamente consciente de ello. Eso sí, evitaba matar a tantas personas como podía, aunque en ocasiones era imposible.

Y la verdad, esas batallas eran más un entrenamiento para él que otra cosa. Gracias a eso, su habilidad con su equipo Djinn y su control de magoi habían mejorado exponencialmente. Y aunque todavía no estaba listo para enfrentar a Gyokuen, sentía que podía pelear con ella sin morir a la primera.

Divisó la Ciudad Imperial a lo lejos. Afianzó el agarre en su lanza.

En el camino hacia Kou, se había puesto a pensar en lo que haría. No podía simplemente enfrentarse a ella, tenía que ir con calma y esperar el momento oportuno. Además de eso, aunque odiara admitirlo, iba a necesitar ayuda. Solo esperaba que ellos quisieran cooperar, de lo contrario, tendría que idear otro plan, y eso sería complicado al no tener ni una sola idea de cómo enfrentar a esa mujer.

—"No puedo creer que al final...termine pidiéndole su ayuda"—Piensa algo frustrado. Si no fuera porque la situación era desesperada, evitaría todo contacto con él—"Pero nadie conoce a Al-Sarmen como él".

Estaba ya bastante cerca de la ciudad, tanto como para identificar a su hermana y a uno de sus primos. Ordenó a sus insectos bajar y desmontó haciéndolos volver a su tamaño original.

—Lamento mi tardanza—Se disculpa una vez llega junto a Hakuei y su primo Koumei.

—Está bien, los demás aún no han llegado—Dice Hakuei con calma.

Siguieron a Koumei al interior del palacio, y al poco tiempo, un soldado avisó de la llegada del Comandante General, Ren Kouen.

El hombre en cuestión entró en la sala y todos se arrodillaron ante él...excepto Hakuryuu. Ignorando los comentarios de los soldados sobre su insolencia, el azabache esperó a que Kouen estuviera frente a él.

—Comandante Kouen—Menciona tomando una pose respetuosa callando los murmullos—Cuando tenga tiempo, hay algo de lo que me gustaría hablar con usted—Lo mira a los ojos.

El pelirrojo le mantuvo la mirada. Por la expresión tan seria que tenía, se trataba de algo muy importante y serio.

—Yo también quiero hablar contigo—Pasa por un lado del menor colocándole una mano en el hombro—Te veo en mi despacho en una hora.

Hakuryuu volteó a mirarlo hasta perderlo al otro lado de la puerta. Al mismo tiempo, más pasos se escucharon a sus espaldas, y al voltear, se encontró con Judar. Cuando el Magi pasó junto a él, se mantuvieron la mirada por unos instantes. Una gran inquietud lo invadió de pronto.

Respiró profundo, debía tranquilizarse. Primero hablaría con Kouen, después se encargaría de Judar...por más que le desagradara la idea.

Un rato más tarde, estando ya un poco descansado del viaje, Hakuryuu fue al despacho de Kouen transcurrido el tiempo propuesto. Tocó para hacerle saber de su presencia y se adentró en el sitio encontrándose no solo con el primer Príncipe, sino también con su hermana.