Siempre contigo II: La Guía del Rukh {Aladdin}

Capítulo 40...Depravación

¡Hola mis Magis! :3

Aquí les dejo:

&-&-&-Siempre Contigo II-&-&-&

&-&-La guía del Rukh-&-&

Capítulo 40...Alma Toran (Parte 3) Depravación

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El Rukh.

Es la esencia que conforma el alma.

Sin embargo, eso no se descubrió en Alma Toran sino hasta mucho tiempo después, cuando Ugo lo investigó y presentó sus conocimientos a sus compañeros, despertando así el interés de Salomón. ¿La causa? Algo que él deseaba más que nada.

Igualdad.

Aunque en vida todos son diferentes, Ugo descubrió que sin importar la especie, el Rukh de todos era igual. Y eso inspiró aún más a Salomón, sobre todo en su nuevo deber como Rey, por lo que le pidió a su amigo que siguiera investigando al respecto.

Claro que hubo una persona que sabía tanto del Rukh que podría durar años explicándoselos, pero prefirió dejar que ellos siguieran averiguándolo por su cuenta.

Esa persona, desde luego, era Dahlia, quien como ya se sabe, era una Singularidad igual que David.

La Singularidad de segunda clase, La hija del Rukh.

Ella tenía la habilidad de ver y escuchar al Rukh, siguiendo a través de concejos la guía que este marcaba para ayudar a sus compañeros.

Pero...¿Qué sucede cuando alguien logra interferir con eso?

¿Qué es lo que pasa cuando otra persona la hiere de forma mortal para que caiga en la oscuridad, convirtiéndola también a ojos de otros...en una Falla?

&-&-Alma Toran-&-&

Estaba flotando en una profunda oscuridad. Podía escuchar una voz lejana que se escuchaba como un inentendible eco.

Poco a poco esa voz se fue acercando, permitiéndole entender lo que decía.

—Dahlia—La llama con un tono carente de emociones.

Un escalofrío la recorrió al reconocerlo.

—"No...¿Cómo-? ¿Por qué estás aquí?"—Pregunta con temor.

—¿Qué no es obvio? Vine por ti. Ya es tiempo de que regreses a mí, tal como debe ser.

Apretó los puños. Sabía que esto sucedería tarde o temprano, el Rukh se lo dijo, pero se había adelantado a sus propias predicciones.

—"¿Ahora si me necesitas?"—Cuestiona con ironía.

—Siempre te he necesitado. Te necesité para que guiaras a nuestro hijo por el camino que dictaba su destino.

—"Jm, ¿Así que ahora es nuestro hijo?"—Inquiere con sarcasmo.

—Aunque no es tu hijo de sangre, ayudaste en su crianza. Es gracias a ti que ha llegado hasta donde está.

Touché.

—Es hora de que cumplamos nuestro papel juntos como los Reyes de este mundo.

—"El único Rey de este mundo es Salomón. Tú no eres más que un viejo decrépito que se aferra a algo que ya no le pertenece, y yo solo soy una anciana que aconseja a los demás basándose en sus propias vivencias".