Aquel sábado por la tarde, Sofía había quedado con Dave para hacer sus habituales rutinas de ejercicio. Llevaban un buen rato corriendo en silencio, acompañados tan solo por sus rítmicos resoplidos, y ella le robaba miradas furtivas de cuando en cuando. El chico, vestido con su chándal negro, miraba hacia delante con una expresión de absoluta concentración en el rostro. Como era de esperar, no sudaba, pero se cuidaba mucho de jadear delante de ella. No era tonto, él sabía que había cosas en él que no eran normales. Lo que Sofía ya no tenía tan claro era hasta qué punto era consciente de lo especial que era.
Desde que Sofía descubrió la verdad sobre su naturaleza no había hecho más que pensar en cómo abordar aquel tema. No era nada fácil, porque no sólo tenía que hablarle del mundo sobrenatural, también tenía que explicarle que su verdadera apariencia era la de un perro, que se pasaría el resto de su vida transformándose en uno durante la luna llena y que ella sabía todo eso porque su madre cazaba a los que eran como él y su padre era un lobo.
'Si le cuento eso y no sabe nada del mundo sobrenatural, me tomará por loca. Si por el contrario sí está al tanto de lo que es, me odiará por ser cazadora'. Ninguna de las dos opciones era algo a lo que le apeteciese enfrentarse, así que al final decidió esperar hasta que tuviese las cosas más claras. Era cobardía, lo sabía, pero aquel chico se había convertido en su mejor amigo y no quería perderle.
Tan absorta estaba en sus pensamientos que cuando Dave se giró hacia ella, la cazó de lleno mirándole como una boba. Una exclamación ahogada escapó de sus labios y apartó la mirada un poco demasiado rápido. 'Mierda', Sofía apretó los dientes y se tragó el gemido que sentía en su garganta. Las mejillas le ardían a causa de la vergüenza, y no era para menos teniendo en cuenta la manera tan absurda en la que acababa de reaccionar. Lo peor era que no había sido la primera vez. 'Al final va a pensar que me gusta' se dijo, y aquel pensamiento provocó que su vientre se estremeciese con un hormigueo de nervios. Lo último que necesitaba era que la relación entre ellos se volviese incómoda por un estúpido malentendido.
Con mucho cuidado para que no se diese cuenta, Sofía le volvió a robar miradas furtivas. Sólo quería comprobar si en su rostro había alguna expresión que delatase en qué podía estar pensando. 'Seguramente que soy idiota por mirarle cuando creía que no se iba a dar cuenta'. Sin embargo, no encontró nada de eso. Al contrario. Dave volvía a mirar al frente pero en sus labios ahora había una pequeña y cálida sonrisa que encajaba con el rubor que había aparecido en sus mejillas. Un agradable calorcillo comenzó a fluir por el vientre de la chica y ella también sonrió.
—Estaba pensando, ¿te gustaría dar un paseo conmigo? —preguntó Dave cuando se detuvieron para estirar los músculos y descansar.
—¿Ahora? —preguntó Sofía mientras arqueaba la espalda para aliviar la tensión—. No lo sé... no quería llegar muy tarde a casa hoy.
—Si no quieres está bien. Quería enseñarte algo, pero puedo hacerlo otro día —dijo con una tímida sonrisa
—Si no tardamos mucho... pero antes de las nueve quiero estar de vuelta en casa.
—Oh, no habría ningún problema. ¿Hay algún motivo en especial por el que quieres volver tan pronto? Otras veces nos hemos quedado hasta más tarde —preguntó, levantando una ceja.
—Me gustaría dar un buen paseo a Kas y estudiar un poco ante de... —Se calló de golpe y apartó la mirada.
—Vas a buscar al perro.
No era una pregunta. Sofía se mordió el labio y asintió.
—Sólo quiero asegurarme de que esté bien y... quizás ganarme su confianza de alguna manera. Estos tres capullos siguen planeando hacer fechorías y no quiero que le hagan daño.
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El Lobo en la Niebla (Friends 2 Lovers - Slowburn) (COMPLETADA)
RomanceSofía es una adolescente de diecisiete años que lo único que quiere es poder tener una vida normal, algo difícil ya que su padre es un hombre lobo y su madre una cazadora de seres sobrenaturales. Cuando Ángel, su amigo de la infancia y novio en la a...