Al día siguiente, y pese a la terrible situación por la que habían pasado la tarde anterior, los dos amigos regresaron a la rutina de clase. No les quedaba más remedio. Los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y tenían que preparárselos bien si querían aprobar. Debido a lo que pasó con Lola y su gata, al final no pudieron hacer todo lo que les hubiese gustado. Unos quince minutos después de encontrar a Kissy, que venía a ser el tiempo que tardó Dave en recuperar su forma humana y vestirse, las dos chicas se reencontraron con él y llevaron a la gata a un veterinario.
Después de examinarla exhaustivamente, el veterinario determinó que Kissy tan sólo tenía una lesión de poca gravedad en la garganta provocada por el alambre que, por suerte, se cerró sobre el collar y no directamente sobre su cuello. La mandó a casa con anti inflamatorios y con una Lola llorosa y muy aliviada de que su gata estuviese bien. Dave y Sofía, aquello era otra historia ya que ambos estaban bastante cabreados con Rodrigo y su obsesión, en especial el chico, que tuvo que salir de la clínica al no verse capaz de mantener bien el control sobre su apariencia.
Aquella mañana, cuando vieron a Rodrigo entrar en clase, los dos no pudieron evitar fulminarle con la mirada, y Sofía habría gruñido con muchas ganas de haber podido. De no haber sido por el lío en el que se hubiese metido, la chica estaba segura de que le habría partido la cara allí mismo.
Aquel recreo iba a ser algo más largo que de costumbre porque uno de sus profesores no había podido venir por algún motivo que a los estudiantes no les importaba en absoluto. En vez de los veinticinco minutos que solían tener, al final tuvieron casi una hora y media, así que Sofía, Dave y Sara se fueron a su rincón tranquilo a estudiar. A aquellas alturas todo el mundo lo conocía. Sus compañeros, creyendo que buscaban un sitio aislado donde enrollarse, habían intentado pillarles unas cuantas veces, y en todas acabaron aprendiendo algo más de física o de derecho comunitario. Al final desistieron, aunque de vez en cuando algún estudiante se unía a ellos para repasar, así que aquel rincón había terminado siendo conocido como el Rincón de Física.
La primavera había traído un tiempo muy bueno, con unas temperaturas agradables que estaban lejos del sofocante calor del verano y del frío gélido del invierno. Los tres amigos se habían sentado sobre unos pedruscos grandes y rectangulares que hacían las veces de improvisados bancos, justo debajo de un árbol cuyas hojas estaban empezando a brotar. Dave tenía el cuaderno de física sobre sus piernas y Sofía, que se encontraba justo a su lado, estaba inclinada sobre él, totalmente concentrada en la explicación.
—Sumamos esto aquí, y luego los dividimos por esto y este debería ser el resultado. ¿Lo entiendes?
—Sí, si cuando me lo explicas tú lo entiendo. El problema es que en el examen me pongo nervioso. —Dave apartó un poco la mirada y se relamió los labios.
—Ey... —Sofía le agarró de la mano—. Tranquilo, lo llevas bien. Los exámenes del Estirado son difíciles pero puedes con ellos.
—Gracias por los ánimos.
Dave torció los labios en una sonrisa débil y le dio un suave apretón en la mano. Acto seguido resopló y trató de resolver el problema por sí solo.
—Ten cuidado aquí. Recuerda que tienes que dividir por el valor de esta variable, no de esta otra —dijo Sofía mientras señalaba a un punto en el cuaderno.
—Sí, ¿de esta manera? —preguntó Dave a la vez que escribía unos números sobre la hoja con su cuidada caligrafía.
—Sí, así es.
Sonriendo, cruzaron una breve mirada. Se encontraban tan cerca el uno del otro que Sofía podía percibir su olor, aquel almizcle masculino y familiar mezclado con el aroma de los pinos silvestres. Sin embargo, tan sólo eran amigos y aquello no significaba nada. No significaba nada, pero cada vez que él sonreía, ella se convertía en otra persona. Dejaba de ser la ex-cazadora de seres sobrenaturales para ser simplemente Sofía, una chica que acababa de cumplir los dieciocho años, que se estaba preparando las pruebas de acceso para ser Guardia Civil y que tenía a dos grandes amigos en los que apoyarse.
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El Lobo en la Niebla (Friends 2 Lovers - Slowburn) (COMPLETADA)
RomanceSofía es una adolescente de diecisiete años que lo único que quiere es poder tener una vida normal, algo difícil ya que su padre es un hombre lobo y su madre una cazadora de seres sobrenaturales. Cuando Ángel, su amigo de la infancia y novio en la a...