La noche hacía rato que había caído, y con ella había llegado un frío cortante que le golpeaba el rostro con cada tranco que daba. Sofía respiró una profunda bocanada que expulsó acto seguido por la boca en un largo resoplido. A su nariz entró un aire que olía a bosque, a tierra húmeda y al invierno que se aproximaba, aunque esos no eran los únicos olores que podía percibir. Como tantos otros días, Sofía se había puesto su chándal y se había ido a correr por el camino de tierra que cruzaba el bosque. Aquel día, sin embargo, no estaba sola. A su lado, demostrando que estaba tan en forma como ella, corría Dave.
—Te gusta el pop —adivinó Sofía entre jadeos.
—No me disgusta, pero no es mi primera elección —contestó.
—¿La música clásica? —tanteó la chica.
El chico se rió con una risa fresca y sincera que dejó a la vista sus cuatro pequeños colmillos. Era un detalle que no tenía por qué significar nada, y Sofía no había querido darle muchas vueltas, pero no podía evitar fijarse en ellos cada vez que sonreía. No era sólo por las dudas que tenía sobre su naturaleza, también era porque los encontraba atractivos. Un suave rubor empezó a calentar sus mejillas y Sofía agradeció que la oscuridad de la noche le permitiese esconderlo.
—Sé que parezco bastante clásico pero no, la música clásica no me gusta nada —dijo Dave.
—Me rindo. ¿Cuál es tu música favorita?
—El heavy metal.
—¿En serio?
—Sí, en serio. No todos los aficionados al heavy metal llevamos pulseras de pinchos y nos dejamos crecer el pelo. El que vestía así era mi amigo Roberto pero a mí nunca me llamó ese estilo. Sólo la música —dijo, y sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa que evocaba nostalgia.
—Si te dejases el pelo largo parecerías un vikingo —bromeó Sofía, y le dio un golpecito juguetón con el hombro en el brazo para animarle.
Era un gesto de cánido, lo sabía, una incitación al juego y también un abrazo, pero le salió tan natural que ni lo pensó. Nunca lo había hecho con nadie y no tenía claro qué fue lo que la incitó a ello. Quizás fue la idea a la que no dejaba de darle vueltas, o quizás se debía a que aquel chico utilizaba su lenguaje corporal con tanta naturalidad que ni siquiera parecía ser consciente de ello. Al menos surtió efecto, ya que la sonrisa en los labios de Dave se volvió más amplia y un brillo de entusiasmo iluminó su mirada.
—Seguramente —respondió, mucho más animado—. Nueva pregunta. Animal favorito. ¿Es el perro?
—Casi, casi, pero no.
—Casi, dices... —Dave se rascó la barbilla y levantó una ceja—. ¿Podría ser el lobo?
—Sí, es el lobo. Sé que no soy muy original. —Se rió un poco.
—No lo creo. Los lobos son muy interesantes. Es normal que a mucha gente le gusten —dijo el chico, y torció sus labios en una sonrisa tan bonita que Sofía se ruborizó.
—A mucha gente le gustan porque creen que son animales místicos, algo así como el hermano lobo protector de los bosques que aúlla a la luna llena. Yo los encuentro interesantes porque se parecen mucho a nosotros. Viven en grupos familiares y tienen un lenguaje más complejo de lo que la gente se piensa. A lo mejor te parece una tontería pero me llaman mucho la atención sus aullidos.
Sofía torció los labios en una pequeña sonrisa y se detuvo para hacer unos estiramientos. Dave paró a su lado y su agradable olor inundó su nariz. Pese al rato que llevaban corriendo no olía a sudor, algo que era imposible ya que no sudaba. Los cinántropos no tenían esa capacidad, regulaban su temperatura corporal a través del jadeo cuando hacía calor, pero aquel era otro de aquellos rasgos que también podían tener los latentes. Sofía llevaba tres días saliendo a correr con Dave, y aunque había intentado no fijarse en sus particularidades, no había podido evitar añadir aquel detalle a la larga lista de cosas que seguramente no significaban nada.
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El Lobo en la Niebla (Friends 2 Lovers - Slowburn) (COMPLETADA)
RomantizmSofía es una adolescente de diecisiete años que lo único que quiere es poder tener una vida normal, algo difícil ya que su padre es un hombre lobo y su madre una cazadora de seres sobrenaturales. Cuando Ángel, su amigo de la infancia y novio en la a...