'Soy una amiga horrible' pensó Sofía mientras corría con Kas por las calles de El Cerro. Aquella tarde había quedado con Sara, y llegaba tarde para variar. Sí, tenía una buena excusa, pero no por ello se sentía menos culpable.
Cuando llegó a la plaza del ayuntamiento se detuvo y apoyó sus manos sobre sus rodillas para recuperar el resuello. Tuvo que echar mano de todo su autocontrol para no terminar jadeando como lo estaba haciendo Kas, que tenía su lengua colgando entre sus fauces, aunque él parecía estar pasándoselo en grande. Después de descansar un par de minutos, Sofía levantó la mirada y buscó a su amiga. Hacía un tiempo agradable por lo que muchas personas habían salido a pasear, pero aun así no tardó en localizarla.
Sara estaba junto al borde de la acera charlando con alguien, seguramente matando el tiempo mientras la esperaba, como siempre. Sofía se mordió el labio. Realmente era una amiga horrible.
—Vamos, Kas —le dijo a su perro.
Al acercarse a su amiga, el corazón le dio un vuelco y un gemido ascendió hasta su garganta. La persona con la que estaba hablando era el chico aquel que le había presentado unos días atrás. Dave estaba sentado a horcajadas sobre su moto, que era una de aquellas de baja cilindrada pero que parecía de carreras. Además de su chaqueta negra, iba vestido con un jersey blanco, unas zapatillas del mismo color y un pantalón vaquero que le quedaba bastante bien. El sol de la tarde hacía resaltar el color de sus cabellos rubios y el brillo de sus ojos azules, y por su sonrisa parecía estar disfrutando de la conversación. No le extrañaba, Sara se hacía querer muy fácilmente.
Sofía se mordió el labio. No podía negar que era un chico bastante guapo.
—No hace falta, no te preocupes. Todavía tengo que ubicarme y ver dónde está todo. Al menos he conseguido hacerme las fotos para los papeles —le dijo el chico a Sara, y al fijarse en Sofía la sonrisa se desvaneció un poco.
—Perdona por llegar tarde, Sara. Me puse con unos ejercicios para el Estirado y se me fue la hora —dijo Sofía cuando llegó junto a su amiga.
—Siempre igual, tía. Te pones con los estudios y te olvidas del mundo —exclamó Sara, y soltó una de sus atronadoras carcajadas.
Sin embargo, Sofía apenas prestó atención a sus palabras ya que sus ojos se encontraron con los de aquel chico que la estaba observando con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado. Al estar tan cerca de él pudo percibir claramente su olor, y quiso llorar de nuevo. Olía a bosque, a tierra, a vegetación y a gasolina de ciclomotor. No usaba colonia y tampoco lo necesitaba. Su propio olor corporal era lo suficientemente agradable como para que no necesitase enmascararlo debajo de aromas artificiales.
—Hola... —dijo Sofía con voz queda, y apartó la mirada.
—Hola... —contestó el chico, apartando él también la mirada. Por el rabillo del ojo Sofía vio que se pasaba la lengua por los labios.
Kas, que no entendía de situaciones incómodas, se acercó a Dave y usó su muslo para ponerse a dos patas y así poder darle lametones en la cara. Riendo, el chico acarició el lomo del perro y lo miró con un brillo de entusiasmo en su mirada. Aunque su sonrisa seguía siendo controlada, parecía más natural que cuando le conoció la primera vez. Ruborizándose, Sofía tuvo que reconocer que era bonita, y encajaba con su cara de niño guapo. Sin embargo, algo le llamó la atención, una pequeña sombra de tristeza que parecía empañar sus ojos.
—Se llama Kas —murmuró Sofía, que se sentía cada vez peor.
—Oh... Hola, Kas. ¿Cómo estás? —dijo Dave mientras acariciaba al animal. Un quedo suspiro escapó de sus labios.
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El Lobo en la Niebla (Friends 2 Lovers - Slowburn) (COMPLETADA)
RomanceSofía es una adolescente de diecisiete años que lo único que quiere es poder tener una vida normal, algo difícil ya que su padre es un hombre lobo y su madre una cazadora de seres sobrenaturales. Cuando Ángel, su amigo de la infancia y novio en la a...