ALFA ARISCO | KookV

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Taehyung acababa de llegar a la universidad no hacia mucho tiempo, pero tan pronto como cruzaba el umbral ya estaba siendo interceptado por uno de los chicos de su equipo, ¿y por qué su equipo?, tal vez un pequeño detalle que olvide mencionar, era el capitán del equipo de baloncesto, aunque más que capitán parecía niñera, pues para empezar su equipo era completamente de alfas obviamente excluyéndolo a el; pero aquellos alfas pulgosos, como el los solía llamar, no le daban ni un respiro.

-Yoongi, acabo de llegar dame un momento- dijo Tae mientras rodaba los ojos, pues solo quería unos cuantos minutos en silencio.

-Ya lo sé, pero de verdad necesito hablar contigo- respondió Min casi rogándole, a lo que Tae simplemente asintió esperando y por dentro rogando que lo que sea que Yoongi tenía para decir fuera rápido -Solo quiero saber si tenemos entrenamiento hoy-

-Si, claro que habrá, ya lo sabes- mencionó Tae rápidamente pues nunca cambiaban los horarios así que era bastante raro que Min preguntara algo como eso.... a menos que....

Pero aquel pequeño pensamiento que se había generado en Kim se vió interrumpido por la voz de Yoon -Lo que pasa es que quería ir con mi Omega-

Claro solo por una cosa como esa es que un gran aficionado del baloncesto como Yoongi lo dejaría de lado -Mira, estoy cociente de que Jimin es muy importante para ti, y sabes que para mi también por algo es mi mejor amigo, pero tenemos que reservar el gimnasio con anticipación, y no podemos posponer una práctica, así que no esta a discusión, ya lo sabes- dijo bastante firme, justo como era él, sin titubear, no porque no le importara lo que Yoongi o Jimin pensaran, si no porque tenía que mantener su posición como capitán.

-Si no te conociera, no creería que eres omega- le dijo Min con los brazos cruzados - Eres tan cruel- agregó, con un ápice de fingida molestia.

-Lo superarás, nos vemos en la cancha- aquella frase fue la única respuesta que obtuvo de su capitán mientras este le palmeaba el hombro derecho y seguía con su camino, o al menos eso pensó Min, pues antes de desaparecer por completo logró escuchar -Ya sabes que si llegas tarde el entrenamiento es doble- y tras esa oración desapareció.

...

Al llegar a su salón, tomo asiento donde siempre, un tanto desconcertado pues se supone que Jimin ya debería de estar ahí, aunque tal vez estaría cumpliendo alguna de sus actividades como vicepresidente del consejo estudiantil, nunca se sabe.

- Bueno jóvenes, continuaremos con lo que dejamos la última clase -

Y así daba comienzo a un nuevo y largo día, dónde estuvo encerrado en distintos salones intentando entender lo que sea que los profesores hablaban, porque claro a pesar de ser un gran jugador de básquetbol no era el mejor de los estudiantes, sin embargo, para su fortuna el día estaba por acabar, bueno al menos la parte aburrida, porque justo ahora podría ir a su zona de confort, aquel lugar donde realmente se sentía libre, el gimnasio.

O esa era la idea hasta que un aroma dulzón, por no decir algodón de azúcar, lo detuvo, anunciando la pronta presencia de un Omega ya conocido.

- Tae - logró escuchar que a lo lejos lo llamaban.

- Mimi - pronunció alegremente, en forma de saludo.

- Tengo que hablar contigo - inició el Omega rubio, con seriedad reinando en su rostro.

- Sabes, si es por lo de Yoon...- no pudo terminar de pronunciar pues pronto Jimin ya estaba tomando la palabra.

- No es por eso, se que tienen que entrenar, y estoy bien con ello, sabes que en realidad es él, el que no se quiere despegar de mi - comentó mientras rodaba los ojos.

- Bien, y entonces...¿qué necesitas? - curioseo Kim, porque evidentemente Jimin no lo estaría buscando solo porque si, claro que no.

- Hey, ¿porqué asumes que necesito algo?, ¿no puedo venir a ver a mi mejor amigo? - respondió un tanto ofendido.

- Jimin....- aquella palabra logró que el aludido mostrará la verdadera razón, pues simplemente bajo los hombros en señal de rendición, al final, ya había sido descubierto.

- Ash, bueno, en realidad escuché un  rumor - comentó mientras miraba a los lados, como si no quisiera que alguien más escuchará.

- ¿De? - respondió Tae, con bastante desinterés.

- De que Bogum va a pedirte cortejo - y aquellas siete palabras habían logrado que Tae se quedará conjelado en su sitio, porque si bien, Tae conocía a Bogum, claro que lo hacía, incluso había hablado un par de veces con el, pero cortejo, eso ya es otra cosa muy aparte, algo que por nada del mundo aceptaría.
¿Verdad?

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Espero que les guste mucho.

Me ayudarían mucho interactuando, ya que me motiva a actualizar más seguido.

Nos leemos luego.

- Mena ✨