ALFA ARISCO | KookV

||032||

-Todo el mundo nos está viendo- susurró Tae, no porque se sintiera hostigado o algo por estilo, solo se le hacía extraño tener tantos ojos sobre él, aún cuando estaba fuera de la cancha, podía sentir como la ansiedad se apoderaba de su cuerpo con cada paso que daba, y al parecer Jeon lo había notado, pues Taehyung sintió como su mano estaba siendo sostenida con firmeza por parte del alfa, ya no era ese toque sútil ahora era uno lleno de ese apoyo que no sabía que necesitaba, siguieron su camino ignorando los murmullos de los que eran protagonistas, hasta que tuvieron que separarse entre los pasillos, aunque eso solo había sido físico, sus almas estaban más que unidas y ni siquiera lo sabían.

...

Subió las escaleras que lo separaban del salón que ocupaba la presidencia estudiantil, no pudo evitar ir corriendo aún cuando su entrenamiento estaba a punto de empezar.
Llevaba un par de horas sintiendo incomodidad, molestia, confusión incluso frustración, pero eran sentimientos que no le pertenecían a él, así que solo podían ser de alguien en específico.
No se molestó en tocar la puerta, simplemente se adentró en el cuarto cerrando la puerta tras de si, Jungkook no parecía muy sorprendido, lo más probable es que sintiera su presencia desde hace unos minutos, por lo que solo se limitó a levantarse de su escritorio, y rodearlo para finalmente recargarse en el mismo quedando frente a frente con Taehyung.

-¿Qué es lo qué te pasa?- habló el omega, frustrado por las nuevas sensaciones dentro de él.

-No se de qué hablas- esto iba a ser más difícil de lo que pensaba.

-No mientas, se que no estás bien- espetó firme, aún con la mirada de Jungkook fija en él.

-Bien, me atrapaste- dijo el alfa soltando una ligera risa, cómo si de una travesura se tratara, dejó pasar unos pocos segundos antes de volver a hablar -Aunque no es nada grave, solo estoy un poco molesto, no es para tanto- explicó restándole importancia, pero dejando atrás esa bella sonrisa en la que Taehyung se perdería sin pensarlo.

-¿Es porqué empezaron a hablar de nosotros?- confesó una de sus inseguridades dentro de esa pregunta, realmente era algo que cruzó por su mente desde que habían llegado, desconocía completamente la posición y opinión de alfa acerca del tema, y temía que la realidad no fuera lo que esperaba y terminara lastimandolo.

Jungkook no tardó en contestar, lo que menos quería era que Kim sobrepensara acerca de algo que estaba lejos de la realidad -No es eso, jamás me molestaría que hablen de nosotros corazón- dijo avanzando esos pasos que le separaban de Taehyung.

-¿Entonces qué es?- volvió a preguntar el omega, está vez su voz salió como un susurro, tan cálida y confortante capaz de derretir a Jeon en segundos.

-Es un poco complicado...- intentó evitar el tema.

-Dímelo, intentaré entenderte y sobretodo ayudarte, estoy aquí porque me preocupo por ti- comentó Tae, seguro de las palabras que estaban saliendo de su boca e intentando darle la confianza suficiente para hablar de lo que sea que cruzara por su mente.

-Tengo una idea mejor- contestó Jungkook guiñándole un ojo a Kim -¿Tu juego es este viernes verdad?- Tae asintió aún confundido con el rumbo que había tomado la conversación -Si lo ganas, te diré lo que quieres saber, más lo que tú quieras preguntarme, responderé todo- afirmó.

Taehyung pareció pensarlo un poco, era una oferta tentadora pero...¿cuál debía ser el truco en el trato que el alfa le estaba proponiendo? -¿Y qué pasará si pierdo?- preguntó mirando fijamente a Jungkook, quién solo lo miraba con una sonrisa cargada de sentimiento.

-¿De verdad crees perder? dudo que eso pase, eres el mejor dentro de la cancha, no hay posibilidad de que pierdas- contestó ruborizando a Tae -Entonces... ¿aceptas?- dijo tendiendole una mano en señal de sellar el trato.

-Acepto- confirmó tomando la mano contraría en un fuerte apretón, sintió como su cuerpo era atraído por la persona frente a él, convirtiendo el apretón en un fuerte abrazo, que no dudo en responder, pronto, sin pensarlo se encontraba enterrando su rostro en el cuello ajeno donde podía sentir el aroma contrario, tan puro y embriagante, acompañado de la comodidad y seguridad que sentía entre los brazos ajenos que le sostenían con firmeza, cómo si el dueño no quisiera que se alejara de él, y a la vez tanta delicadeza, como su fuera tan frágil que se podría romper, sin duda algo digno de guardar en su mente y corazón.

Se separaron un poco del abrazo aún sin soltarse del todo pues Tae mantuvo sus manos en el fuerte pecho de Jungkook, y a su vez este sostenía la cadera ajena, no hubo intercambio de palabras, no era necesario decir aquello que podían ver directamente en los ojos del otro, aquel brillo no podía ser provocado a voluntad y mucho menos con una persona que no lo mereciera, sin duda ellos estaban hechos el uno para el otro, sus lobos lo sentían y ellos mismos también.

Las miradas pasaron a segundo plano, cuando Jungkook atrajo un poco más a Tae, está vez con la intención de compartir ese ansiado beso, y aunque moría por hacerlo preguntó -¿Puedo?- aún sujetando el mentón de Tae, se había detenido a pedir ese permiso, pues no le parecía correcto no tenerlo, Taehyung asintió, juntando sus labios en un beso delicado, uno en el que podían transmitir todo lo que sentían, dónde no faltaban palabras o miradas, pues se estaban diciendo todo sin decir nada, el beso terminó por falta de aire, y la imágen que tuvieron sería un recuerdo permanente en sus vidas, por un lado Taehyung con los labios rojos y brillantes, y ese hermoso sonrojo en las mejillas que se abultaban a causa de una sonrisa, y un Jungkook sonriendo hasta el punto en que su nariz se arrugaba un poco y esa mirada que no hacía más que perderse en la persona que tenía ante el.

Estaban perdidos.

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