Sacrificio

Capítulo 13

3 días atrás

Las muñecas le dolían demasiado, los brazos y las piernas las tenía entumecidas, tenía la garganta horriblemente seca y el hambre era casi insoportable.

—Esto no está bien. Tengo que hacer algo para mantenerme despierta— pensó.

Alana había decidido luchar con todas sus fuerzas pero sus energías no le acompañaban. Intentaba recordar a quién pertenecía la voz de su captor pero a medida que se adentraba en sus pensamientos los recuerdos se esfumaban. Como si aquello que tanto deseaba conocer estuviera escondido detrás de una puerta a la cual no podía acceder. Alana comenzaba a preguntarse si realmente sería posible salir de allí con vida. Era muy difícil que alguien la encontrara en aquel lugar o que notaran su ausencia. Aún si lo hicieran, para ese entonces sería demasiado tarde. Alana sintió un poco de culpa por no tener ningún amigo, por alejarse de los demás. Apenas recordaba los rostros de algunos de sus conocidos.
—No, Alana. No es momento de lamentarnos. El tiempo se acaba— se decía.

La puerta sonó alertando que alguien más se aproximaba. Alana permaneció en silencio, atenta a cada sonido. Él se acercó, acarició su cabello como siempre y se dispuso a marcharse.

—Creo saber quién eres— dijo Alana con el poco de voz que le quedaba. Él se detuvo.
—¿Eso crees? Si así fuera ¿qué ganarías con ello? ¿Crees que saldrás viva de aquí?— La joven se estremeció al escuchar aquellas palabras.
—Si tan confiado te sientes ¿por qué mantenerme en la oscuridad?
—Alana, Alana... Nosotros, los seres humanos somos extraños.— afirma, como si hablara con alguien más y no con ella. —Nuestro nivel de adaptación es sorprendente. Han pasado algunos días, los suficientes para que comiencen a hacer efecto en ti la falta de agua, comida y luz pero... aquí estás intentando descubrir quién soy.— el rió audiblemente antes de seguir. —Cielo, si supieras mi identidad te sorprenderías.