- ¿Puedes creerlo?. - Suspiró irritado. - Porque yo no.
- Si pasas más tiempo quejándote que estudiando, no aprobarás. - Espetó Rose. - Y deja de quejarte, ¿quieres?.
- Es que me irrita la incompetencia de la gente. - Protestó el rubio. - ¿Tú qué dices, Noah?.
- ¿Qué?. - había estado tan centrado en Emma que ni siquiera había escuchado lo que dijo.
- No lo molestes. - Puso los ojos en blanco.
- Necesito una segunda opinión. - La calló Charlie. - Mi maldita profesora me puso un maldito uno por entregar el maldito trabajo fuera de horario.
- ¿Y?. - Intenté reprimir mi risa, nunca lo había visto tan indignado, admito que me hace gracia.
- ¡Lo corrigió meses después!. - Abrió sus ojos como platos y frunció más su ceño. - No es culpa mía si no hace su trabajo cuando debe, lo recibió en el horario correcto, además, se niega a mostrar la fecha en la que le llegó el trabajo.
- Puedes quejarte. - Elevé mis hombros con indiferencia. - ¿Y por qué se niega a mostrar la fecha?.
- No lo sé, supongo que le cuesta admitir que se equivocó y que debe ponerme la nota que me merezco. - En estos momentos pienso que la palabra indignación lo define bastante bien. - Pero no pienso estudiar para el recuperatorio.
- En eso estamos de acuerdo, hermanito. - Rose apareció nuevamente en la sala para agarrar su bolso. - Se la pasó toda una semana estudiando y de verdad, era insoportable.
- Tampoco para tanto. - Protestó la indignación andante.
- ¿A dónde vas?. - Pregunté.
- Saldré con Verónica, la chica que hizo la fiesta aquella vez. - Me miró y me dedicó una sonrisa amigable.
No he hablado mucho con Rose, de hecho casi nada. La mayor parte del tiempo me la paso con Alex o Víctor, me gustaría pasar más tiempo con Charlie y Rose.
- Diviértete. - Le devolví la sonrisa.
- Sí, y avísanos cualquier cosa. - Agregó el rubio.
- ¿Algo más, papás?. - Ironizó.
- No, nada más. - Charlie le siguió el juego.
La rubia se esfumó de la habitación en cuanto su hermano le sacó los ojos de encima. Emma seguía viendo videos, he querido acercarme desde hace rato pero me da un poco de miedo decir una estupidez.
- No te he visto hablar con ella. - Espetó. - ¿Por qué no vas?.
- Me intimida. - Mantuve mi mirada en la pequeña pelinegra que se encuentra viendo videos infantiles.
- ¿Te intimida una niña de ocho años?. - Me miró divertido.
Lo pensé un momento, la verdad es que sonaba más estúpido si lo decía de esa forma, pero sí, de alguna forma me intimida una niña pequeña.
- Tú cállate y estudia. - Le dediqué una mirada fulminante.
- Saben que puedo oírlos, ¿verdad?. - Espetó sin inmutarse.
Charlie carcajeó al ver como abrí mis ojos como platos.
- No queríamos molestarte. - Le dije.
- No, a mí no me salpiques. - Elevó sus manos en forma de inocencia con una sonrisa divertida aún plasmada en su rostro.
La pequeña siguió mirando tranquilamente los videos mientras que yo buscaba una pizca de valor en mi interior para decirle algo, hasta que me decidí y me dirigí hacia ella.
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En otra sintonía
RomanceEN CORRECCIÓN. Un año de descanso lejos de los estudios y los conflictos familiares antes de ingresar a la universidad puede venirte bien, sobre todo cuando esas vacaciones incluyen al chico de tus sueños. Noah Lombardi tendrá las mejores experienci...