Perdóname [Libro 1]

Capítulo 25

Narra: (Michael)

Un día muy desagradable.

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Ayer fue un día inolvidable, la fiesta de Scarlett fue de otro nivel y aunque no fue exactamente como lo esperé y tuve que llegar a mi casa a las dos de la madrugada la pasé muy bien, lo mejor de todo es que lo hice con Scarlett y de la mejor y más rica forma, fue el mejor sexo que he tenido en mucho tiempo, creo que a ella le exita que yo luzca mayor, de eso no hay duda y claro que las drogas ayudarón mucho también, nunca antes ví a Scarlett tan fogosa y lujuriosa como ayer, pude sentir como disfrutaba de como se lo hacía, sus deliciosos gemidos aún están en mi mente, si que lo disfrutaba, de ahora en adelante voy a ser un hombre maduro y voy a lucir como tal, asi voy a satisfacer a la mujer que amo como ella lo merece, y claro también le ayudaré a vender drogas en la universidad, aún tengo algo de reparo al pensar en lo que voy a hacer pero sé que vale la pena, primero porque no le puedo fallar a Scarlett y segundo porque ansío desesperadamente probar esas delicias de otro nivel, lo único malo es que hoy es el día que menos quiero ir a la universidad, no tengo ganas de lidiar con la horrorosa de Melina y encima con las matemáticas y los cálculos y tantas enseñanzas patéticas, solo iré por Scarlett y por mis delicias por supuesto.

Salí sin desayunar de casa, mi papá se fue molesto al trabajo ya que llegué dos horas más tarde, me gritó y para mi desgracia me aumentó el castigo una semana más, llamé a mi mamá y le conté que mi papá me castigó y me dijo que le obedezca y que él sabe muy bien como corregirme, lo bueno es que no se negó a darme la cantidad de dinero que le pedí.

En camino a la universidad pongo música electro ya que últimamente me está haciendo sentir mucha energía y adrenalina.

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Entro a la universidad, veo el ascensor, no puedo evitar sentir pánico, el solo recuerdo de Melina abrazándome mientras me asfixiaba con mi propio aire me aterra, nunca más volveré a usar un ascensor en mi vida, nunca más.

En el pasillo me encuentro con Scarlett, veo que esta más hermosa que nunca, si que es una diosa, es bellísima.

—¡Estas bellísima reina preciosa! —la saludo lanzándome a sus brazos.

—¡Gracias Miki! ¡eres tan lindo! —me dice acariciando mis labios, me mira de una forma muy sensual, me vuelve loco.

—Estoy más que orgulloso de ser tu novio, soy el más dichoso por tener a una diosa a mi lado.

—¡Awww Miki! me vas a hacer llorar.

—¡Hola Miki!, dime algo... ¿tu papá se molestó porque llegaste tarde a tu casa? —Mike me dice sonriendo, trae puestas gafas de sol.

—No, no se molestó ni me castigó —mentí, nunca le diría que me aumentó el castigo como si fuese un niño de kinder.

—Yo no te pregunté si te castigó ¿qué, tu papá te castigó? —Mike me pregunta haciendo gestos de duda, si que soy tonto ¿por qué tenía que decirle eso a Mike?, de seguro que se va a burlar de mí al saber que a mi edad aún me castiga mi papá.

—No Mike, mi papá nunca me castiga, él sabe que yo soy un hombre adulto al que ya no puede castigar, yo no soy un niño para que me castigue.