Perdóname [Libro 1]

Capítulo 78

Narra: (Melina)

No hay mal que por bien no venga

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" Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados"

Romanos: 8:28 (RVR 1960)

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A veces te suceden cosas en la vida que parecen malas pero tras de ellas hay un beneficio, cuando Dios tiene un propósito para tu vida todo obrará para tu bien, te van a pasar cosas que te pueden parecer crueles pero Dios te permite cometer errores para que aprendas de ellos.

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¿Por qué mientras más amamos, más nos lastiman?...

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No sé qué voy a hacer, no me quiero enfrentar a Scarlett, Melany, Mike y mucho menos a Michael; ellos me han visto, una sonrisa malvada se dibuja en los rostros de Michael y Scarlett, sé y siento que ellos solo han venido a la cafetería para molestarme, sé que Melany fue la que les dijo que aquí trabajo. Respiro profundo, me acerco a ellos, los trataré como a cualquier comensal, Michael me mira de pies a cabeza, me mira con desprecio, igual que el primer día en la universidad, solo que esta vez no me afecta, estoy dando todo de mí por olvidarlo, por que él me sea indiferente, sé que lo conseguiré, trago saliva, los atenderé.

—Buenas tardes, ¿qué desean servirse? —les hablo lo más normal posible, poniendo la carta en la mesa, Michael me mira fijamente, yo solo lo miré por un par de segundos, lo ignoro.

—¿En qué de bueno nos puede servir alguien como tú? ¡mugrosa! —Scarlett me dijo mirándome con desprecio, haré como si no me hubiera dicho nada.

—¿Por qué fuiste tan tonta como para pensar en que podías igualarte a nosotros si siempre has sido una simple mesera?, para esto has nacido, para ser una simple mesera —Michael me dijo mirándome lleno de ira, lo puedo ver en sus ojos.

—¿Tienen idea de la vergüenza que pase cuando mi madre se enteró de que mi compañera de la universidad es una mesera?, ¡fue una humillación! —Melany les dijo.

No pienso soportar todo esto, me quito de su delante, que los atienda mi tía. Escucho sus risas en lo que me voy alejando de ellos, me parece extraño no ver a más comensales, los únicos que están aquí son esos... ¿cómo es que se llaman exactamente a las personas que se creen superiores porque tienen mucho dinero y poder?...

Entro a la cocina, respiro profundo, retengo mis lágrimas, no quiero derramarlas más por culpa de Michael, confieso que su forma de mirarme aún me lastima.

—¡¿Qué haces aquí?! ¡ve a atender a esos jóvenes! —mi tía me gritó, entrado a la cocina, esta vez no me va a mandar, no pienso lidiar Michael, Scarlett y sus amigos.

—Me siento mal tía, no puedo atenderlos, le pido por favor que lo haga usted.

—¿Quién te crees que eres para mandarme tú a mí? ¡a mí no me importa que te sientas mal Melina! ¡ve ahora mismo a atenderlos! ¡¿qué no ves que son los únicos clientes que han venido?! ¡las ventas han bajado! ¡esos jóvenes parecen ser adinerados! ¡pagarán muy bien!—me jala del cabello hacia la salida de la cocina, sé que ellos han escuchado todo lo que me dijo mi tía ya que no hay más comensales ni ninguna bulla.