Perdóname [Libro 1]

Capítulo 5

Narra: (Melina)

Intentando adecuarme a mi realidad.

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"Sombríos son los días en los que viví la realidad de mi vida y también atrayentes, dos polos opuestos naciendo en mi corazón, atracción fatal e ilógica y también razón y lógica; lógica que me hace saber que debo alejarme de lo sombrío, atracción fatal e ilógica que hace acercarme a las estrellas brillantes por fuera y oscuras por dentro"

"Estrellas sombrías"

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Pasaron varios días desde que empecé a estudiar en la universidad, intenté alejarme lo más que pude de Michael, hubo un solo día que lo seguí a la biblioteca porque ví otra vez a Scarlett dándole un sobre muy pequeño, me dió curiosidad saber que es porque cuando ella le entregó el sobrecito ambos actuarón de forma sospechosa como si no quisieran ser vistos por nadie, después de que Scarlett le dió el sobre a Michael él se fue al baño de inmediato, en ese momento sentí curiosidad y lo seguí, me quedé afuera del baño y noté que se demoró mucho, no es que lo siga a donde él vaya es solo que supe que había algo anormal en él por la forma en la que actuaba, noté que demoró más de lo normal en el baño y cuando salió estaba diferente, me escondí tras un armario para verlo más de cerca, ví que él sonreía sin motivo, actuaba muy extraño, quise asegurarme de cómo se veía asi que salí de mi escondite y me cruze en su camino cuando estaba a punto de entrar al salón, nos cruzamos en la puerta, él me miró, en ese momento pensé que me iba a decir algo, que me iba a tratar mal pero no lo hizo, yo aproveché y lo miré apenas por unos segundos, segundos que fuerón suficientes para darme cuenta que estaba raro, sus ojos estaban rojos, estaba diferente, me miró como ido.

Solo me dijo: —¡Sal de mi camino!

No dijo nada más y entró, se sentó en su lugar, aún no llegaban más alumnos solo estaba Maxwell, un chico que casi nunca es notado por nadie, Kyoko que siempre se queda en el salón a la hora del break a estudiar y yo, ellos dos no significaban nada para Michael, a mí me ignora asi que solo inclinó su cabeza hacía atrás y cerró los ojos, sonreía sin motivo, sabía que estaba actuando raro y lo peor de todo es que a mí me importaba lo que le pasaba no sé por qué, en ese momento me preguntaba: ¿qué le pasa? ¿por qué actúa de esa manera tan rara?, tenía preguntas sin respuesta en mi mente, solo quería saber qué le pasaba, algo en mí se interesaba por él.

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Como todos los días hice mis oraciones antes de levantarme, me sentí mal la única que vez que no lo hice por el apuro de llegar a tiempo a la universidad y dejar limpio y ordenado todo en la cafetería, le pedí perdón a Dios muchas veces y él me hizo sentir que me perdonó y que entendió que estaba muy apurada.