Perdóname [Libro 1]

Capítulo 36

Narra: (Melina)

Después de la oscuridad.

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Mi estrella sombría me ha sumergido en la más profunda oscuridad, yo buscaba ansiosa su luz y su destello pero esta se esombreció hasta robarse mi último rasgo de esperanza, asi entendí que mi estrella nunca brillará, que oscureció llevándome con ella a la locura inminente de la soledad, espero alcanzar la aurora y galopar por pequeños bosques de luz y asi salir de la gran oscuridad en la que me ha sumergido mi: "Estrella Sombría"

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¿Cuanto tengo que llorar para aliviar mi dolor? ¿el daño algún día se reparará?, ¿sanará esta herida?, esas son preguntas que me hago mientras camino hacia la salida de la universidad; siento que ni para llorar tengo fuerzas, lo que Michael me ha hecho me causó tal daño que quizás nunca lo supere, mis rodillas tiemblan, mis manos se sacuden, trato de que los estudiantes que aún están aquí no noten la crisis en la que estoy ahora; salgo de la universidad, no sé ni a donde ir, cada palabra que Michael me dijo viene a mi mente,¿cómo puede pensar que yo me acuesto con...? ¿con más de un hombre? ¿que Todd es mi amante? ¿de donde sacó tal idea? ¿que he hecho yo para que él piense eso de mí?, las preguntas no cesan de llegar a mi mente mientras camino sin rumbo por las calles, siento que aquí terminó mi vida, que ya no tengo fuerzas para luchar con el lobo feroz y hambriento de mi carne que Michael lleva dentro de él, hoy entendí que él es más fuerte que yo y que siempre me va a superar.

El dolor que Michael me causó desde el primer día que lo conocí se riega abundante por mi corazón, alma, espíritu y mente causando en mí un inmenso dolor y lacerando más la herida que él habrío en mí, eso hace que pierda cada vez más mis fuerzas para seguir, siento que ya no quiero seguir viviendo.

Sigo caminando, mis lágrimas hacen que mi vista se vuelva borrosa, el dolor en mi alma crece más y más, sigo caminando sin rumbo, hasta que veo un acantilado que da al mar, me detengo ahí, observo el mar, cierro mis ojos, cada insulto, cada maltrato, cada humillación y cada rechazo de Michael hacía mí, vienen hacia mi mente, me tiro de rodillas, me ahogo en llanto, siento un terrible dolor en lo más profundo de mi corazón, me duele respirar, ya no quiero seguir viviendo porque sé que si vivo será para amar infinita y enfermamente a Michael y ese amor me dañará, simplemente no imagino la vida sin ese amor que siento por él, sé que tal amor se ha vuelto una enfermedad en mí, el anhelo ardiente de mi corazón de abrazarlo, besarlo, recibir su amor y su cariño, descansar en sus brazos y saber lo que es ser correspondida hacen que grite de dolor, lloro a gritos, sé que no hay nadie cerca que me pueda oir, cada vez me duele más respirar, si vivo será para amar a Michael y si muero será para olvidarlo, por eso ya no quiero seguir viviendo, abro los ojos, me arrastro de rodillas ahogándome en llanto hacia el filo del acantilado, me paro, mi vista está borrosa, la imagen del rostro hermoso del hombre que amo viene a mi mente y sus maltratos también, cada deseo de tenerlo se hace abundante y cada rechazo destroza esos deseos, ¿para que vivir si es para el desamor?...

Con mi vista borrosa observo la inmensidad del mar, anhelo lanzarme a él y terminar con este dolor y el desamor, cierro mis ojos, aquí terminó mi vida...

《¡No lo hagas! ¡yo tengo un plan para tu vida! ¡te amo y quiero que vivas para mostrarte las grandes bendiciones que tengo para ti》Escuché una voz en mi mente que traspasó mi corazón, abro los ojos, miro al cielo, un destello de luz se forma en él; 《Dios me ha hablado a mi corazón》Pienso dentro de mi. Siento una opresión en mi pecho, sé que Dios es quién me ha hablado, aún llorando retrocedo, lo que él habló a mi corazón se repite en mi mente, sé y siento que Dios me salvó del suicidio, miro al cielo de nuevo, siento que en verdad él no quiere que termine con mi vida es solo que siento que hasta para vivir me faltan fuerzas, miro al mar, pienso, recuerdo que yo no soy dueña de mi vida, Dios es el dueño de mi vida y por lo tanto es él quién me puede quitar la vida, no yo.