Perdóname [Libro 1]

Capítulo 73

Narra: (Melina)

El regalo más valioso

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Llegó un familiar de Todd a su casa, es su tía que llegó de Texas, eso me hace sentir incómoda ya que ella podría necesitar la habitación de visitas donde me estoy quedando, definitivamente si mañana o en los siguientes días me siento mejor iré de vuelta a la casa de mi tía, confieso que lo que menos quiero es tener que lidiar con ella otra vez pero no me queda de otra...

Bueno... si aceptaría vivir en el apartamento que Joseph y su papá me regalaron y trabajar en su constructora no tendría que tener que enfrentarme a mi tía pero por más que eso me cueste, por más que no deseo vivir con ella otra vez tendré que hacerlo, no estaría bien que me aproveche de la buena voluntad de Joseph y su papá, Dios sabe que nunca fue mi intención obtener algo a cambio por haber colaborado con mis ideas para ese concurso, no me siento bien de aceptar algo que no me lo he ganado, así que aunque no quiera tendré que volver a vivir con mi tía, tampoco es bueno que siga viviendo aquí, no quiero abusar de la buena voluntad de Todd y su familia, lo único que le pido a Dios es que mi tía considere que me estoy recuperando y que no sea abusiva conmigo.

Me he bañado, me he cambiado de ropa también, Todd me ha comprado varias mudas de ropa, la que estoy puesta recién la estreno, me maquillaré un poco para que Joseph no note que aún estoy demacrada y cansada, él me dijo que hoy iba a venir a visitarme, puede llegar en cualquier momento.

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Escucho que tocan el timbre, debe ser Joseph, menos mal ya estoy arreglada y maquillada, salgo de la habitación, iré a sala principal para conversar ahí.

Como lo imaginé, Joseph acaba de llegar, está sentado en el sofá pequeño de la sala principal concentrado en su celular.

—Hola Joseph, te estaba esperando —lo saludé acercándome a él, él voltea a mirarme, me mira de pies a cabeza, sonríe, él siempre es así.

—Hola Meli, te ves muy bonita —me dijo sonriendo, sé que no me veo bonita en si, me veo bien porque me maquillé y uso ropa nueva, él es asi de educado y gentil.

—Gracias amigo —le dije sentándome a su lado en el otro sofá.

—¿Cómo te sientes hoy?

—Me siento un poco cansada, las medicinas para el dolor me están ayudando mucho.

—Lo que más deseo es que mejores, te prometo que te llevaré continuamente a que te revise el doctor hasta que hayas mejorado completamente, por favor no me ocultes nada, si sientes dolor o la más mínima molestia, tú solo dilo, sabes que siempre te voy a cuidar Meli.

Confieso que saber eso, que tengo a alguien que se preocupa por mí me hace sentir bien, Joseph es tan bueno conmigo, le pido a Dios que lo bendiga siempre.

—Gracias, que Dios te bendiga siempre, gracias por todo lo que estás haciendo por mí.

—Daría mi vida por ti si es necesario.

La verdad es que nunca imaginé que Joseph iba a decirme eso, en verdad él es como mi familia, lo que me acaba de decir lo confirma.

—Gracias amigo, gracias de verdad, lo que me acabas de decir no lo esperaba, solo deseo que Dios te bendiga y que te compense por todo lo bueno que has hecho por mí y principalmente por haberme brindado tu amistad desde el primer día.