Capítulo 18

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Narra: (Michael)

Mi peor fobia se hace realidad.

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Llega otro día, aburrido, la misma rutina, tener que ir a la universidad y nada de diversión y para mi desgracia otro día de tener que soportar a Melina; para colmo tuve que madrugar para hablar con mi mamá por videollamada, aunque aún con sueño estoy contento, valió la pena el haberme levantado a las cinco de la mañana ya que mi mamá  me envió a mi cuenta cinco mil dólares, yo solo le pedí dos mil y ella me dió tres mil más, lo que me asombra es que mi madre no se molestó cuando le pedí tal cantidad, al contrario hasta más dinero me dió, también me asombra no haberla visto preocupada ni triste por mi tío, ella tenía un brillo en su rostro, estaba de buen humor, en fin, lo que a mí me importa es que ya tengo el dinero suficiente para una semana o quizás más, de ahora en adelante no volveré a pedirle dinero a mi papá, le pediré solo a mi mamá, solo espero que ella esté siempre de tan buén ánimo como hoy.

Como la mayoría de los días desayuno solo, para mi papá sus negocios y su empresa son más importantes que yo.



Como la mayoría de los días desayuno solo, para mi papá sus negocios y su empresa son más importantes que yo

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Llego a la universidad, voy al estacionamiento, veo el auto de Scarlett ahí, me hace feliz saber que ella vino hoy, me acerco a su auto, ella esta ahí dentro, golpeo la ventana.

—¡Buenos días preciosa! —saludo a Scarlett—. ¿Puedo entrar a tu auto?—le pregunto sonriendo.

—¡Si claro Miki! ¡entra! —me dice abriendo la puerta del auto.

—Anoche soñé contigo, fue tan real, puedo jurar que tú estabas ahí a mi lado, eso me hace saber que probablemente estuviste pensando en mí —le conté a Scarlett que soñé con ella.

—¡Claro que si Miki!, yo siempre pienso en ti, sabes que te amo —me dice acariciando mi rostro.

—¿Si me amas por qué te niegas a hacer el amor conmigo? —le pregunto haciendo puchero.

—No es que me niegue, es que últimamente no tengo ganas de... ya sabes... de hacer cositas, no es por ti, creo que son mis hormonas, incluso me duele la cabeza cuando tenemos sexo —me explica lo que siente.

—¿Te duele la cabeza? ¡perdón! no lo sabía reina.

—Si Miki, me duele la cabeza y mucho —me dice abrazándome—. Quiero que sepas que el que no quiera hacer cositas contigo no significa que no te ame, al contrario, te amo más cada día mi amor —me dice mientras besa mi rostro.

Perdóname [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora