Perdóname [Libro 1]

Capítulo 41

Narra: (Michael)

El olor de Melina.

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No sé por qué Joseph sigue junto a  Melina, no se quita de su lado, estoy empezando a sospechar que él siente algo por ella, saber eso me estresa, voy a mi habitación, usaré éxtasis, lo último que me queda, llamaré a Scarlett para que venga, ojalá acepte traerme algo de cocaína ya que mi paquete desapareció mágicamente y con este estrés que ahora siento necesito más que nunca de mis delicias, busco mi celular en mi bolsillo, ¡diablos lo olvidé en la mesa del comedor!

Estaba por bajar al comedor por mi celular pero no lo hice porque ví que Melina sigue ahí, el muy tonto de mi papá la está presentando ante mi tío Jamie, Joe y Ben, no sé por qué considera tan importante a la horrorosa que la presenta como si fuera alguien importante, no sé como es que no le da vergüenza que la vean vestida con esa ropa y zapatillas viejas, lo peor de todo es que Joseph sigue a su lado ¿qué mierda quiere con ella?, miro todo desde aqui arriba, estoy en el inicio de las escaleras, quiero ver hasta dónde llega la estupidez de Joseph.

No sé por qué Melina mira con timidez a Ben, lo mira y no le dice nada, hasta parece que le tiene miedo, imagino que como él es un hombre importante la intimida mucho, lo que me parece raro es que no miró asi a Joe y a mi tío cuando mi papá los presentó, ella solo se intimida ante Ben, al menos eso es lo que veo, ¡mierda!, Melina me vió aquí observando todo, me quité de inmediato para que nadie más se dé cuenta de que estoy aquí, voy a mi habitación, bajaré al comedor por mi celular en otro momento...

No, no es bueno que deje a Melina al lado de Joseph, algo me dice que él está interesado en ella, me regreso al inicio de las escaleras, observo todo desde aquí, espero que nadie más me vea.

Mi papá le ofreció a Melina un pedazo de pastel, ella no lo aceptó, al menos tiene dignidad al no aceptar algo en una casa donde nunca será bienvenida, al menos no por mí; no sé por qué Joseph le insiste que acepte probar el pastel que mi papá mandó preparar para nuestros invitados, ella no quiere comer ni un pedazo pero él le insiste en que acepte probarlo, cada vez estoy más seguro de que Joseph tuvo el pésimo gusto de enamorarse de Melina, lo que él no sabe es que yo no permitiré que tenga algo con ella, simplemente no lo permitiré ya que estaría humillando a la familia metiéndose con una horrorosa, fea, corriente y malvestida mujer, lo que más me molesta es que la horrorosa esa se de tanto a rogar, debe estar pensando que Joseph es un caballero a diferencia de mí; bajo al comedor por mi celular y también para controlar esta situación, Joseph sigue rogándole a Melina que acepte probar el pastel.

—¿Qué no entiendes que no quiere pastel Joseph? —me paro tras de él y de Melina, no permitiré que le siga rogando.

—¿A dónde fuiste hijo? aún no has terminado de almorzar —me dice mi papá.

—Se me quitó el hambre ya que hay personas que me desagradan aquí, vine porque olvidé mi celular en la mesa nada más —le digo la verdad, me referia a Melina, su precensia hizo que pierda el apetito.

—¡¿Qué personas?! —Joseph me grita, sabe que me refiero a Melina, ¿por qué mierda la defiende tanto?

—¡Personas desagradables Joseph! ¡sin clase! ¡corrientes! ¡vestidas como pordiosero! ¿ves a alguien asi aquí? —me referí a Melina, Joseph se pone furioso.

—¡¿Te refieres a Melina?! ¡¿ha?! ¡¿te refieres a ella?! —me enfrenta, pobre de mi primo, está ciego, defender a una insignificante es lo peor que puede hacer.