Capítulo 21

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Eran las seis de la tarde cuando Marcus apareció por mi casa. Teníamos que volver a traducir otra carta para ver el mensaje que esas amables personas querían decirme.

Subimos por las escaleras en dirección a mi habitación, mientras Marcus hacía sus constantes comentarios coquetos que yo respondía sarcástica. Me costaba mucho entender su comportamiento, pero a la vez me encantaba escuchar cómo me deseaba. Notaba sus miradas recorrer mi cuerpo, mis labios y mis ojos, y yo no me quedaba corta.

Nos pusimos a trabajar en la dichosa carta. Nos la dividimos a la mitad y empezamos a traducirla. Bajé al despacho de mi madre para mirar si había algún libro que nos ayudara a realizar nuestra tarea con éxito y, en efecto, había solo un libro que se dedicara a las runas vikingas. Era complicado descifrar estos mensajes, porque para algunas letras existían distintas formas y debíamos probar distintas combinaciones. Era divertido, el problema era lo que descifrábamos.

Cuando volví a mi habitación me recibió algo que no me esperaba. Marcus White me apuntaba con la pistola que encontráramos en la casa de Sabrina Ferrero.

—Se puede saber qué haces White—Cuestioné con una ceja alzada y una sonrisa ladeada.

He de admitir que se veía muy sexy con todas sus venas marcándose en sus brazos.

— ¿Tienes una pistola bajo la cama? —Dijo muy enfadado, lo que me hizo cambiar mi actitud y ponerme más seria.

—Bueno sí, tengo una secta que me quiere como elegida. Claro que tengo un arma defensiva a mano.

— ¿Eres consciente de que la policía constantemente puede revisar tu casa y encerrarte como culpable de asesinato? —Siguió con su mismo tono.

—Marcus, nadie va a culparme de nada—Empecé a contagiarme de su mal humor.

—Me has dejado solo tres minutos y he encontrado una puta pipa, Scarlett, ¿qué crees que podría encontrar la policía si registran tu casa?

—Conozco mis derechos, y en lo que tardarían en conseguir la orden puedo deshacerme de todas ellas—Contesté obvia.

—Que hemos matado a un tío, hemos robado documentos clasificados, hemos allanado una propiedad privada y si quieres podría hacerte una lista de los miles de crímenes que hemos cometido y dices que puedes deshacerte de las pruebas en un par de horas—Replicó levantándome la voz.

—No me grites—Exigí sin levantar mi tono.

—Tengo un hermano y padres, tú tienes a tu familia también. No entiendo cómo puedes estar tan tranquila—Habló con el tono que mantenía de la discusión.

— ¿Acaso estás insinuando que no me importa mi familia? —Interrogué levantando un poco el tono.

—Desde luego no lo parece.

— ¿Y a ti te importa mucho Mike? Si a la mínima que hacéis un plan familiar lo dejáis de lado—Hablé mientras me acercaba a él.

—Esos son temas familiares que no son de tu incumbencia—Respondió a la defensiva.

—Yo tengo que revelarte el asesinato, los documentos, las cartas, las reuniones, temas familiares incluso de Arianna, ¿y tú no eres capaz de explicarme la relación de Mike con su familia? —Pregunté con un claro tono enfadado.

— ¿Quién es Arianna?

—Ese no es el maldito punto—Grité desesperada.

— ¿Tú puedes hacerme preguntas personales, pero mencionas un nombre que no conozco y ni siquiera puedo preguntar? —Mencionó manteniendo ese sentimiento negativo y se acercaba a mí, al punto de estar muy cerca.

El bosque Rojo [Amazon Y Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora