El día 3 llegó. Había estado escribiendo una carta para los asesinos que pretendía entregar a las 18:30. En ella simplemente, de una manera muy educada, les mandaba a la mierda agregando insultos como asesinos, psicópatas, terroristas... y añadiendo expresiones que reforzaran dichos insultos. Había hablado con Marcus después de pedirme que le enseñará el contenido de la carta.
Él no podría asistir porque tenía que ir a hacer algo con sus padres. Lo raro era que me había dicho que era un plan familiar, pero Mike estaba excluido. Aún no entendía la relación de Mike con sus padres, pero no parecía del todo buena.
Empecé a prepararme para el encuentro. Me vestí de una manera muy elegante, quería dejar clara mi posición y no iba a permitir que esas personas ocuparan un segundo más de mi tiempo. Aunque en el fondo sabía que eso era bastante improbable. Que esa gente me seguiría molestando.
Salí de casa y me dirigí a la estación de autobuses a la dichosa reunión. A los pocos minutos empezaba a divisar la vieja construcción pintada de amarillo en la que las personas se sentaban a esperar dicho vehículo.
Cuando llegué allí vi a una persona exactamente igual que la de la playa. La misma máscara, la misma túnica y la misma atmosfera de misterio. Me acerqué hasta estar justo en frente de la persona.
— ¿Has pensado tu respuesta? —Dijo el sujeto con un modificador de voz.
—Por supuesto, y es un rotundo no. No voy a dejarme manipular por una panda de individuos que ni siquiera enseñan su cara. Lo que os debería aconsejar es mi terapeuta para que os reinserte en la sociedad—Hablé con superioridad— No entiendo que gente como vosotros podéis estar sueltos en las calles.
Di un paso hacia delante, le tendí la carta y continué:
—Y esto es para tu superior, que todos sepan lo que opino exactamente.
Sin nada más que añadir me giré sobre mis pies y empecé a caminar, aunque no di dos pasos cuando él gritó:
—No somos los únicos con sangre en nuestras manos.
—Yo no mató a niñas de cinco años ni las expongo como si eso fuera un trofeo. Hay una diferencia abismal entre matar por placer y matar por supervivencia—Respondí volteando mi cabeza.
No miré atrás cuando reinicié el camino a casa. No volví a escuchar su voz. No sabía si él seguía ahí o si se había ido. No me interesaba.
Seguí andando hasta el pueblo, todavía era de día y las pocas nubes blancas estaban dispersas en el cielo. Decidí llamar a Marcus y contarle todo lo que pasara. Había entregado la carta, me había burlado de ellos y que esa gente sabía lo del asesinato. Pero por mucho que el teléfono sonara nunca recibí una respuesta.
Fui hacia la tienda de helados de la plaza cuando, de repente, me choqué con el pecho de alguien, alguien con muchos colores en la piel.
—Scarlett, ¿Qué haces aquí? —Preguntó Mike White.
—Estoy dando una vuelta por mi maravilloso pueblo—Respondí con una sonrisa.
—Iba a por un helado, puedes acompañarme si quieres.
— ¿Me has leído la mente?
Nos reímos y emprendimos el camino hacia la heladería mientras hablábamos de cualquier cosa. Cogimos el helado y nos sentamos en un banco mientras debatíamos cualquier tontería.
—Vamos Blancanieves no es estúpida, simplemente se escondió en la primera casa que vio, trataban de matarla—Defendió Mike entre risas.
—Y lo primero que piensa al entrar en la cabaña es "vamos a limpiar este sitio para que este precioso". Eso demuestra 0 instinto del peligro y poca inteligencia. Además, ¿si la madrastra quería ser más hermosa porque no hechizó la manzana para volverse la más guapa?
—Arruinas mi infancia, pelirroja.
—No debatas con alguien cuando este alguien es más inteligente y puede hacerte pupita en el corazón—Dije con una sonrisa.
Seguimos hablando hasta que decidimos que era hora de volver a casa. Él me acompañaría, en su casa no hay nadie y así podría presentárselo a mis padres. Caminamos rumbo a mi casa, introduje las llaves y abrí la puerta.
En ese momento las luces se encendieron dejando ver a más personas de las que contaba al grito de "Sorpresa".
Corrí hacia las parisinas tirando mi bolso a los brazos de Mike para fundirnos en un fuerte abrazo entre las tres.
—No puedo creer que ya estéis aquí—Dije apartándome de sus brazos.
—Este año hemos venido un poco antes preciosa—Habló Isabelle con su enorme sonrisa.
—Scarlett, cariño, no vas a presentarnos a tu acompañante—Sugirió mi madre tras unos segundos.
—Mamá, Papá os presento a Mike es...
—Mi novio, estoy embarazada y nos iremos a vivir a Canadá a empezar de cero—me interrumpió Emma.
—Es el hermano de Marcus, no estoy embarazada ni me voy a Canadá—Terminé con una sonrisa.
— ¿Por qué a Canadá? —Preguntó White desde la puerta.
—Ahí es donde están los chicos más guapos—Respondió Isabelle.
—Si tú lo dices... —Dije.
—Claro, tú tienes a tu novio White y estarás perdidamente enamorada de él, pero nosotras estamos solteras.
—No somos novios.
—Y yo soy hetero—Habló Emma.
Las tres nos reímos. Me giré hacia el chico que todavía seguía en el marco de la puerta.
—Bueno, creo que he tenido suficiente Mike White por hoy—Dije yendo hacia él—Pero ahora debes irte.
—A sus órdenes coronel pelirroja.
—Haces muy buen trabajo de perchero White—Grité cuando ya se había alejado un poco.
Me giré hacia ellas y, solamente al ver sus caras, supe que iban a freírme a preguntas.
¿Cuándo ha vendido ese chico? ¿Vive en el pueblo? ¿A qué casa se ha mudado? ¿Tiene familia? ¿Quién es Marcus? ¿Tendrá novia? ¿Por qué ha venido hasta casa? ¿Mario lo conoce?
Y un sinfín de preguntas a las que tuve que responder una tras otra.
—Marcus es el hermano de Mike, que vive en la casa al lado de Mario con sus padres Rachel y Christian White. No sé si tiene novia. Mario sabe quién es, pero creo que no se conocen y ha venido hasta aquí porque somos amigos y los amigos pasan tiempo juntos. No he desarrollado sentimientos por él.
— ¿Y qué me dices de su hermano, Marcus? —Preguntó Emma subiendo y bajando las cejas.
—Estamos más unidos, pero por temas un tanto extraños que no voy a explicar.
Se miraron entre las dos con unas sonrisas pícaras y siguieron con sus preguntas. En algún momento me preguntaron si sentía algo por Marcus. Yo respondí que no. ¿Por qué no tengo sentimientos por él, cierto?

ESTÁS LEYENDO
El bosque Rojo [Amazon Y Librerías]
Mistério / SuspenseRedWillow, aparentemente el típico pueblo que nadie conoce, que solo aparece en los mapas por casualidad, tan apartado de la sociedad que las leyendas y mitos fantasiosos son más frecuentes que la gente mayor yendo a misa un domingo; y otros mitos q...