Descubrimiento

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Lena se despertó al día siguiente y su corazón dio un vuelco cuando encontró los ojos de la rubia fijos en ella.

—Buenos días— dijo la pelinegra feliz y le besó la frente a Kara.

—Buenos días— dijo Kara embobada y ronroneando, despertarse con Lena era lo mejor que le había pasado en su existencia.

Al lado de ellas los jaguares se despertaban y estiraban y Kara sonrió. No podía evitar que ellos quisieran estar cerca de ellas, y amaba cómo mientras ella había estado dormida ellos se habían hecho cercanos a Lena. Era un sueño hecho realidad.

—Kara, dormimos más?— dijo la pelinegra y la abrazó para luego besar su pecho y ronronear.

—Lenita está ronroneando?— dijo la rubia divertida. —Lenita es como Karita?

—Lenita aprende las maneras de Karita también— dijo Lena sonriente. —somos una familia ahora recuerdas?

—Sí, familia— dijo Kara levantándose.—Lena me enseña a lavar mis dientes?

—Oh cierto!— Lena se levantó detrás de ella y sonrió mostrándole un cepillo nuevo.— Es para tí.

Kara vió el cepillo como si eso fuera tecnología de punta para un humano normal, puesto que su idea de lavar los dientes solamente incluía agua, que era todo lo que conocía.

Lena la llevó al sitio donde todos solían lavar sus dientes en la mañana y le mostró con paciencia cómo hacerlo.

—Ah pasta, pasta....y no se traga aunque sabe rico— dijo Kara mientras imitaba los movimientos del cepillo que le mostraba Lena.— Entiendo.

—Así es amor, y por último la lengua— ambas se estaban lavando los dientes juntas y se reían de la espuma en la boca de la otra, era un acto tan mundano y aún así Lena lo encontraba tan bonito e íntimo. Ella jamás había compartido sus rituales mañaeros con nadie.

Ambas se reían mientras hacían el aseo y luego iban a bañarse juntas. —Kara quieres que nos demos un baño juntas?— susurró Lena sonrojada.

—SÍ....AHORA MISMO FAVUR LENA...— Kara la miraba con sus ojos gatunos enormes y azules y Lena no podía evitar soltar una carcajada.

—Sí pero te aguantas esas manitos y esa cobra real tuya eh—

—Sí Lena sí...sólo baño— Los ojitos de Kara estaban llenos de emoción y vida, iba a ver a Lena desnuda DE CERCA!

La excitación de Kara era notable, estaba feliz y viva y ahora tenía pareja.

Lena la agarró de la mano y se escurrieron de todos los deberes posibles para irse a la tienda donde estaba la bañera de madera y la llenaron de agua, ambas se reían, cuánta gente se quedaría sin bañarse hoy? ni sabían pero al carajo, que usaran toallitas húmedas.

Lena agarró un calentador de agua y lo conectó a una de las plantas eléctricas pequeñas que habían traído. —No toques si? espera un poco.

—Sí Lenita, me siento feliz—

Lena abrazó a Kara y la besó en los labios. —Sí? y eso?

—Kara es tan feliz que explota porque tiene a Lena.— Los ojos verdes y los azules se encontraron y la pureza, la inocencia en los ojos de Kara derritió a Lena por completo, que la besó lentamente mientras Kara la abrazaba pegándose a ella. —Nunca dejes a mí...si? Promesa Lena como cuando eras Lena pequeñita— dijo la rubia señalando la pulsera sucia.

—Te lo prometo, no te dejaré pase lo que pase.— susurró Lena en su boca y volvieron a besarse durante mucho rato. No había nada en este mundo ni en cualquier otro que Lena no haría por Kara y lo mismo sucedía a la inversa. —Mi amor, estás dura.— sonrió Lena.

Corazón indomableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora