La boda transcurrió de manera amena, todos compartían sus bebidas, se reían y bailaban, Kara parecía un manojo de nervios, nunca se había vestido tan elegante, se acomodó su vestido ¿Por qué un vestido? Ella había insistido en uno, no quería un traje, no quería parecer un hombre en las fotos de la boda, quería parecer lo que era, la esposa de Lena.
—¡Ahora sí, las fotos!—gritó el fotógrafo y tanto Kara como Lena posaron de manera tierna, luego cómica, así una otras otra hasta que le pidieron a todos que fueran con ellas para tomar fotos grupales.
Era raro después de tanto tiempo que hubiese tanta paz, pero la paz debía llegar para todos, y se la merecían, la necesitaban.
—Kara mi amor ¿Pasa algo?—preguntó Lena un rato después cuando la vio sola mirando a todos en la fiesta de forma algo preocupada.
—¿Esto está bien? Lena...¿Yo merezco todo esto?—su expresión era triste.
—Claro que si cariño, tú lo sabes, no lo dudes—Lena sonrió y le acarició las mejillas a su rubia—Por cierto te ves hermosa Kara.
Kara se sonrojó y tomó a Lena de la cintura—también tú Lenita—la besó despacio—pero no me alegres que tengo puesto vestido, pareceré una tienda de campaña—se sonrojó.
Cuando la fiesta llegó a su punto mas álgido ambas mujeres se retiraron de la celebración para ir a su hotel, donde Kara pudo quitarse su vestido y ponerse algo más cómodo, se puso unos shorts y una camisa.
Kiara había sido dejada con Alura quien también tenía que irse un poco más temprano, así que estaban solas, completamente...
—¿Lena mi amor, donde estás? ¿Vienes a la cama?—preguntó Kara viendo que la luz del baño estaba encendida—¿Lena?
—Ya voy amor—dijo la pelinegra desde el baño, a Kara se le erizaron los cabellos de la nuca—Te tengo una sorpresa—ahí estaba esa risita de Lena, típica de cuando algo iba a ir mal, en este caso mal para Kara.
Cuando Lena salió del baño tenía puesta una bata de seda negra hasta las rodillas y en su entrepierna se destacaba un bulto prominente que era tapado estratégicamente—Si adivinas qué es...
—¡Sé lo que es!—Kara la interrumpió—¡Lena, Lenita mi amor, busqué eso en internet y sé que duele!—chilló queriendo huir.
—No seas cobarde amor, no dolerá lo haré bien—dijo Lena mordiéndose el labio, confía en mí.
—¿Qué confíe en que me meterás una cosa por el culo?
—Sí, debes confiar en mí, yo he confiado en ti, ahora siéntate en la cama—ordenó la pelinegra, no dejaba lugar a dudas ni a rechazos.
Kara suspiró intentando tranquilizarse y se sentó, tenía que admitirlo, le daba miedo pero también había visto como los hombres luego se relajaban y se corrían cuando sus mujeres le hacían pegging, el término que se usaba para cuando era la mujer quien penetraba al hombre por detrás con un arnés. Kara sin embargo no era hombre, eso lo tenía bastante claro y estaba muy orgullosa de eso—¿Len? ¿Por qué quieres hacer esto?
—Porque quiero darte placer, Kara—susurró Lena acercándose a ella, así como tú me lo das a mí—acarició su rostro con ternura y la acostó en la cama—relájate en serio, no dejaré que te duela, puede que sea molesto pero lo haré bien.
Kara sonrió, definitivamente confiaba en Lena, sobre todo cuando Lena le hablaba de esta manera que le daba tanta seguridad.—Está bien Lena, confío en ti—se sonrojó y abrazó a Lena de la cintura mientras se besaban con ganas, siempre había esa necesidad cruda entre ellas, no importa el tiempo que pasara, lo que sentían la una por la otra no decaía ni un poco.
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Corazón indomable
FanfictionCuando Lena Luthor, científica millonaria decide salir de National City para adentrarse en una expedición en una isla remota lo último que se imaginó fue que en ese lugar tan lejos de toda civilización encontraría el amor, y mucho menos que sería al...