"24"

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-¡Detente ahí Jeon Jungkook! ¡Para!

El alfa gruñó frustrado ante la irritable voz de aquella mujer a la que llamaba madre. Estaba cabreado hasta más no poder y sentía que en cualquier momento su cabeza explotaría.

Naheun logró agarrar el ante brazo del alfa con fuerza mientras le gruñía igualmente. Jungkook mostraba un comportamiento irracional e inestable. Solo estaba preocupada.

-¿que te pasa?

-No me ocurre nada. Suéltame - Quitando la mano de Naheun de él aceleró los pasos para llegar a su oficina, sintiéndose ansioso ante la sola idea de estar con ella. Dios, se sentía tan frustrado.

-¡Jungkook!

Gruño salvajemente en la cara de la mujer, dándole con los ojos una muda señal de  advertencia de que no dudaría en usar la fuerza. La mujer se detuvo.

-¿Que acaso no entiendes que quiero estar solo? ¡No quiero a nadie cerca!

Masculló con el ceño fruncido.. La frustración y la ansiedad haciendo estragos en él, como una bola de metal en el estómago.

-Te has estado comportando como un crío Jungkook, desde hace días. Solo estoy preocupada-Refuto. Cruzándose de brazos.

El silencio reino por unos minutos.

La carcajada seca que salió de los labios del alfa resonó en toda la oficina. La mujer de larga cabellera negra le miró con una ceja alzada, esperando alguna respuesta a aquella risa sin gracia que había soltado.

-¿Tu? ¿Preocupada por mi? Por favor. Ve a hacerle ese cuento a otro Naheun, ¿pero a mi? A mi no me vas a ver la cara de idiota-Escupió irritado. Yendo a tomar asiento en su silla e intentando ignorar a la mujer que parecía indignada ante lo dicho.

-¿De que cuento hablas? Por favor Jungkook. Soy tu madre, es obvio que estaré preocupada por ti-Refutó con una mueca hastiada por la actitud agria de su hijo.

El tono de voz que escucho Jungkook de su parte le resultó lo más fingido posible. Y otra vez volvió a reírse.

-¿Tu, mi madre?-Se levanto de su silla, dirigiéndose a la mujer como un lobo a su presa, merodeandola- Eres de todo menos eso Naheun. ¿Eras tú la que estaba ahí cuando me enfermé? No. ¿Estabas cuando  camine por primera vez? Tampoco. Por lo qué el título de madre te queda bastante grande-masculló con cierto enojo.

La mujer tragó grueso, no pudiéndole mirar directo a los ojos al sentirse de cierto modo cúmplanle por todo. Y es que desde que Jungkook tiene memoria, los recuerdos con ella son escasos, muy escasos. Se la pasaba viajando y haciendo negocios en el extranjero. Mientras que él se quedaba a jugar en casa o encerrado en su habitación.

-Tu no eres mi madre-Le dijo, para después continuar con una voz gélida-Eres una persona despreciable que le gusta utilizar a los demás a conveniencia. Justo como lo estás haciendo conmigo. Queriendo que engendre un cachorro-Le recriminó.

-Te prohíbo que vuelvas a decir eso-Alzo la barbilla para enfrentar directamente los ojos celeste de Jungkook.

Este había cruzado los brazos en una postura demandate. La bola de ansiedad  y enojo creciendo en su interior.

Sus venas de repente se llenaron de adrenalina pura y su corazón bombeo con fuerza. Su lengua moviéndose más rápido que su cerebro.

-¿Por que? ¿Acaso no es verdad?-Su rostro se volvió más duro-No soy idiota, Naheun. Se qué haces esto para que la bola de hipócritas que te siguen dejen de hablar de ti a tus espaldas.

Detuvo sus pasos frente a ella, mirándola directo a los ojos. El ambiente se había vuelto más asfixiante para Jungkook. Sentís los latidos de su corazón en sus orejas retumbar como una pared siendo taladrada. Dios, ¿que era esto que sentía?

Jeon Dynasty  [ Kooktae ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora