Jeon Dynasty [ Kooktae ]

"07"

Entrando en el salón se dirigió a su lugar, tirando la mochila con enojo en la mesa, no entendiendo el estado irracional que estaba en esos momentos su lobo.

—Ya cálmate pulgoso, ¿porqué estás así?

Con una mueca agria se sentó, moviendo el pie de arriba hacia abajo por el recuerdo de los ojos de esa mujer en su persona.

No sabía, pero algo se traía ella, estaba seguro, porque nadie hacía sentir a su lobo como ella hizo sentirlo.

—¿Estas solo tú?—Una voz sin ganas se escuchó por el salón, haciendo que su mirada sorprendida se dirigía hacia la pelinegra de tés blanca, quien lo miraba esperando una respuesta.

Un nudo se le formó en la garganta al sentir a su lobo voltearse boca arriba mostrando la pansa, en completa seña de sumisión.

¡Qué demonios!

La chica miro a su alrededor, notando que no habían mochilas o cuadernos que den indicios de que las personas volverán, por lo que entró y cerró la puesta tras de sí, sentándose al lado de peligris.

Este la miro completamente sorprendido, asombrado por la determinación y autoridad que derrochaba por los poros.

—¿Eres Taehyung, verdad?—Su mirada oscura chocó con la clara del peligris, quien tragó sonoramente antes de asentir en completa lentitud.—¿Te comió la lengua el ratón? ¡Habla!

El pequeño grito lo tomo desprevenido, haciendo que saltara en su sitio y su cuerpo se tensara por completo.

¿Que le está pasando?

La chica lo miraba de arriba hacia abajo, con una mirada analítica y una mueca que puro asco.

Y con eso pudo despertar de su transe.

Frunciendo la entreceja se sentó correctamente, antes de girarse y alzar la barbilla.

—No, no me comió la lengua el ratón, solo que no me gusta—La miro de arriba hacia abajo—Tu persona.

Ambos se miraban retadoramente, queriendo imponer autoridad el uno sobre el otro, queriendo someter.

Los ojos oscuros no se apartaban del los claros, y viceversa. Una batalla de miradas que pararía cuando el orgullo esté pisoteado y mal herido.

—He odio que eres él omega rebelde, aquel que no se somete a nada—Con voz aterciopelada comienza a pronunciar, sin apartar la mirada.

—Ni a nadie

La chica sonrió ladino, acomodándose correctamente antes de sonreír.

—Mi nombre es Jihyo, Jeon Jihyo—Extendió el brazo, esperando.

Sin apartar la mirada llevo su mano hacia la contraria, saludando.

—Mi nombre es Taehyung, Kim Taehyung, creo que escuchaste y escucharás más de mi—Una sonrisa ladina surgió en su cara.

No sabe cuánto pasó, pero siente que fueron largas horas en las que ambos no querían bajar la guardia, no querían dejar de derrochar ese aire de superioridad, autoridad.

Ambos se miraban fijamente, siendo su descanso el pestañeo continuó.

Jihyo dio una carcajada.

—Eres duró de roer, eso me gusta.

—Gracias, digo siempre que esa es mi mayor virtud.