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La banda ha empezado a tocar y la gente está reunida en el salón de verano.

—¿Motown? —pregunto, algo sorprendido, mientras Minho tira de mí entre las pocas mesas que quedan montadas.

—Es una gran banda. ¿Quieres bailar? —Me mira con una media sonrisa y entonces recuerdo que mi hombre se mueve de maravilla.

—Después —digo, sin embargo. Soy consciente de que Felix debe de estar preguntándose qué ha pasado y dónde estoy. Él asiente y me acompaña hasta el bar.

Mi taburete está libre y me coloca sobre él.

Felix, Nichkhun y Hyunjin siguen ahí, y parece que el alcohol les está sentando bien.

—¿Dónde se habían metido?—inquiere Felix, asegurándose de que mi hombre está distraído.

—En el despacho de Minho, discutiendo sobre cierto zorrón al que llamó para que lo liberara cuando lo dejé esposado a la cama —suelto tranquilamente, vigilando a Minho para comprobar que no está escuchando. Está demasiado ocupado pidiéndole a Henry las bebidas.

—¿Y lo dejaste ahí? —La cara de Felix es una mezcla de pasmo y diversión.

—Sí. —No se lo había contado— Estaba muy enfadado.

—No me extraña. ¿Y llamó a Minhyuk para que lo soltase?

—Sí —digo con los dientes apretados.

—Mierda — gruñe Felix juntando los labios— ¿Y por qué lo llamó a él? —pregunta abriéndose un hueco entre Nichkhun y yo para estar delante de mí.

—No pudo encontrar a nadie más. Changwook estaba aquí y Hyunjin debía de estar ocupado también con otra cosa.

—¿Qué día fue?

—El miércoles. —Enarco las cejas y observo cómo retrocede mentalmente al miércoles por la mañana. De repente su cara adopta una expresión de culpabilidad y sé que ya ha caído. Ni siquiera voy a molestarme en preguntarle por qué Hyunjin no podía ir a rescatar a Minho—. Minhyuk se lo ha pasado en grande informándome. Eso, unido a la agradabilísima experiencia de oír cómo tres mujeres compartían impresiones sobre las habilidades de Minho en la cama, han colmado mi paciencia — refunfuño.

—Qué fuerte. —Felix me mira con compasión—Pero eso ya es historia, Jisung.

—Ya lo sé. —Sacudo la cabeza con disgusto— Felix, tengo muchas cosas que contarte. ¿Salimos mañana por la noche? Necesito desahogarme de toda esta mierda un poco.

Él asiente y de pronto suelta un grito cuando Minho lo levanta y lo deja a un lado para tener acceso a mí. Felix le da una palmada juguetona en el hombro entre risas.

—Toma —Me pone un vaso de agua debajo de la nariz y me lo bebo sin rechistar. Veo cómo sonríe mientras lo hago y después le devuelvo el vaso. Él asiente sorprendido y sustituye el vaso vacío por otro que contiene un sublime de Henry—¿Ves lo fácil que es todo si haces lo que se te dice? — pregunta.

Lo miro con recelo y sacudo la cabeza ante semejante impertinencia. Sí, es verdad, pero sus exigencias no son siempre tan simples como beber un vaso de agua. Se vuelve para charlar con Nichkhun y Hyunjin, pero mantiene una mano firme sobre mi rodilla.

—Anda, mira —susurra Felix.

Sigo la dirección de su mirada y veo que Minhyuk está riendo con un grupo de hombres y acariciando, tocando y básicamente manoseando a cada uno de ellos a la menor oportunidad. Sus ojos negros y brillantes reparan en mí y me lanza una petulante mirada de satisfacción, hasta que siento los labios de Minho sobre mi mejilla. Lo dejo muriéndose de rabia de ver que su plan no ha funcionado y centro la atención en Minho. Él me guiña un ojo, me pone de pie, me levanta los brazos, los coloca sobre sus hombros, desliza las manos por mi espalda, me estrecha contra sí y apoya la frente contra la mía. Está intentando infundirme seguridad, cosa que agradezco.

ManiacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora