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Aria

Por fin había terminado con mi última clase y aunque me hubiera ido perfecto en el examen, me preocupaba el trabajo final que debía de entregar para la siguiente semana. Amaba el diseño de modas, pero a veces dudaba de que tuviera talento para hacerlo. Por más que mirara mis bocetos, estos no se comparaban en nada con los que llegue a ver de Darcy. Ella sí que era realmente buena.

De alguna manera lo atribuía a que había crecido muy de cerca de su tía Val, una gran diseñadora y muy reconocida en la industria. Soñaba con algún día ser como ella incluso antes de saber que papel jugaba en la vida de papá Louis.

Tan exhorta estaba en mis pensamientos y mis bocetos que no escuche que detrás de mi venían gritando mi nombre hasta que sentí una mano posarse en mi hombro y me hizo asustarme. Al darme la vuelta vi que era a quien no quería ver, Theo Horan.

—Vengo gritándote desde el aula. Se te cayeron tus pinceles—me entrego la bolsa negra en donde venían

—Gracias, no me percaté de que se me hubieran caído—confesé sin querer mirarlo

Aun me hacía sentir mariposas en el estómago, pero el verlo solo me recordaba el daño que le había causado a mi hermana y ese era otro punto por el cual Darcy me odiaba.

—Suerte que iba pasando—murmuro—¿Cómo has estado? Tenía mucho sin verte

—Bien gracias, ¿y tu? —pregunte solo por cortesía, porque lo cierto era que no queria entablar una conversación con él

—Mejor, ahora que te veo, aunque me gustaría que pudieras verme a los ojos—me movia inquieta pero tratando de no verlo

—Tengo que marcharme, me están esperando en casa—me di la vuelta y quise correr, pero él me detuvo

—¿Cuánto más seguirás ignorándome? ¿Sabes que me duele tu indiferencia?

—Cada quien su camino. Es lo mejor.

—Darcy...—murmuró y me detuve—Ella algún día encontrara a alguien, y ¿tu nunca me darás la oportunidad?

—Sería traicionarla—conteste dándole la espalda, pero él rápidamente se posó frente a mi—Siempre quise una familia, y ella es mi familia.

—Ella solo es tu media hermana, y ni siquiera le simpatizas. Discúlpame si soy rudo, pero no puedes estar sufriendo por alguien a quien no le interesas.

Comencé a sentir lágrimas en mis ojos.

—Si está en ese lugar encerrada sufriendo es por mi culpa. Porque desde que yo nací fui un problema para ella y su familia.

—Algún día te darás cuenta de que no es así. Tú no eres la culpable de nada—dio un paso hacia delante y no retrocedí.

Estaba cansada de sentirme sola, rota y culpable de todo lo que ocurría a mi alrededor. Podía fingir una sonrisa ante todos cuando por dentro me sentía destruida.

Extendió sus brazos y de un momento a otro ya me encontraba llorando sobre su pecho en medio del estacionamiento.

—Los Styles son fuertes. Darcy saldrá del problema en que se metió, así como tú podrás comprender que no por haber nacido es tu culpa. No quiero perderte, Aria. No se que me hiciste, pero no puedo permitir que sufras. Me duele y me gustaría pintar sonrisas en tu rostro todos los días—confesó levantando mi mentón, y vi en sus ojos la verdad.

Tal vez solo estaba cayendo en una ilusión, y podría ser que sus ojos me estuvieran mintiendo ocultándose detrás de ese color cielo, pero estaba tan frágil que acepte sus palabras.

Styles III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora