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Aria

Releía y releía el texto tratando de hacerlo entrar en mi cabeza, pero con tantas preocupaciones a mi alrededor, estudiar para el examen de esa mañana me estaba costando un mundo. Simplemente nada se me quedaba en la cabeza. Así como entraba, salía.

Ni siquiera sabía si podría vomitar todo lo que estaba leyendo.

—¿Aria? ¿Puedo pedirte un consejo?—cerré el libro bruscamente. Definitivamente me sería imposible concentrarme.

—¡Freddie!, ¿Que te parece si me lo dices camino a la escuela? Debo llegar temprano para mi examen—dije, apurada guardando todo.

—Gracias, aunque si es molestia podemos hablar después—su voz era de preocupación, por lo que negué

—¡Anda, vamos!. Hay que aprovechar estos últimos días que nos quedan viviendo juntos—suspire mirando mi habitación. No era el lugar el que me ponía melancólica, ya que no tenía toda una viviendo allí, sino el hecho de que mi vida había cambiado en todo sentido en menos de un año.

Había estado a punto de morir, pero gracias a ello pude conocer en persona a mi verdadero padre. Por desgracia no todo era miel sobre hojuelas y bueno, la historia ya se sabía al derecho y al revés.

Lo único bueno de todo, era que tenía hermanos que valían su peso en oro. El gran corazón de cada uno de ellos, incluyendo a Darcy, ya no me hacia sentir tan sola en este enorme planeta.

—¿En verdad te mudarás?—pregunto cuando se subía a mi camioneta. Regalo de papá Harry hace una semana.

—Ya está todo listo. Además, es por el bien de todos.

—Para mi no. Me sentiré igual de solo cuando se marchen. Papá nunca está en casa conmigo. De perdida cuando tú estabas, convivíamos más.

El saber que mi padre Louis no tenía buena comunicación de Freddie me afectaba. Yo sabía lo que era sentirse solo.

—¡Bueno, pero si ahora te la mantienes en casa de Ivanna!—trate de sonreír un poco, pero por su cara veía que no andaba bien con ella.

—En realidad de eso quiero hablar—su mirada estaba fija al frente—¿Como terminar con Ivanna sin lastimarla?

Frene un poco fuerte en un alto. Tanto que él tuvo que sostenerse de la guantera

—¿Quieres hacerlo?—pregunté para confirmar

—Quiero a Ivanna. Con Dylan hemos entablado una buena amistad, pero nada más. No la amo, y sinceramente jamás sentiré algo así por ella.

—¡Wow!—fue lo único que podía decir. No tenía mucha idea de cómo ayudarlo. ¿Que decirle cuándo a mi también me habían roto el corazón?

—Cuando Darcy salga, quiero que vivamos nuestro amor. Que enfrentemos al mundo y todos los retos que se nos presenten.

Sonaba tierno, pero nada realista. A su edad el amor no duraba más de dos años. El enamoramiento en estos tiempos era fugaz.

—Creo que solo debes ser sincero con Ivanna...—murmure

—Es que ella sabe perfectamente que mi corazón le pertenece a Darcy, pero al parecer no quiere soltarme.

—Soltar a la persona que más quieres no es tarea fácil. Quizás puedes intentarlo, pero que resulte, muchas veces no ocurre. O ¿tú lo hiciste con Darcy?—negó mirándome—No le pidas a Ivanna que deje que quererte de la noche a la mañana. Lleva su tiempo.

Styles III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora