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Dylan

Quería darle un espacio a mi padre para que pudiera escribir, llorar y gritar todo lo que quisiera. Mamá era una excelente mujer, y estaba seguro que a papá le costaría un mundo acostumbrarse a ya no tenerla más en su vida. Sin importar los problemas que tuviera con ella, era mi madre y la amaba, pero veía sufriendo más a papá que a ella, y eso me lastimaba.

¿A caso éramos los hombres quienes más sufríamos? Tal parecía que si.

—Dylan, no te esperaba—murmuro sorprendida al abrirme la puerta

—Lo lamentó no sabía a donde más ir—confesé apenado

—Pero ya es muy tarde y Kathia está en casa—entrecerró un poco la puerta, escondiéndome

Odiaba que ella tuviera que esconderme.

—Papá está destruido—dije cabizbajo ignorando su comportamiento

—¿Tu padre? ¿Por qué razón?—se interesó

—Oficialmente está separado de mi mamá—murmuré

—¡¿Quien es, mamá?!—grito Kathia

—Vete cariño, en verdad que esté no es el momento. Mañana si quieres nos vemos, ¿si?

—Pero...

Y cerró la puerta sin darme tiempo a decir nada. Comprendía que no quisiera decirle nada a Kathia sobre lo nuestro, pero en algún momento debía de hacerlo. Solo eran 20 años la diferencia que nos llevábamos, no era tanto.

Sin embargo comprendí que para Kathia sería difícil aceptar que su madre y yo manteníamos una relación, por lo que dejaría que Kendall hablara con ella cuando estuviese lista. Ahora solo me quedaba averiguar a donde ir para pasar la noche, o tan siquiera algunas horas de paz.

Fui al único lugar o con la única persona que podría tener esa paz que necesitaba.

—¿Que te ocurre?—pregunto Freddie apenas verme

Sonreí al verlo. Podríamos discutir y hasta distanciarnos, pero era ese hermano varón que nunca tuve, y lo quería.

—¿Me podría quedar hoy aquí? Papá necesita su espacio

Él asintió dejándome pasar

—¿Podrías esperarme en la habitación? Ahora subo—lo notaba preocupado

—¿Tú te sientas bien? Pareces a punto de desmayarte—comente preocupado ahora también por mi mejor amigo

Se escuchó un ruido en la sala y supuse que sería mi tío Louis, sin embargo, apareció Ivanna con los ojos llorosos. Parecía devastada

—Anda, cuéntale a nuestro amigo la noticia que te tiene molesto—se le escapo un sollozo en su reclamo

—Creo que te espero arriba. Hablen ustedes—no quería meterme en problemas

—¡Sera padre! —casi grito, y yo me quede estático. Dirigí mi mirada al instante a Freddie quien estaba pálido como una hoja de papel—Y quiere que aborte.....

Trague saliva al escuchar aquello.

Freddie

Era una noche hermosa, y me emocionaba saber que en poco tiempo estaría viendo la luna junto a Darcy cuando ella saliera de rehabilitación. Cada que la veía ella lucia mucho mejor, aunque ahora estaba el tema de que debía ver a sus padres y entrar los tres a terapia. No era una idea que le agradara mucho, pero yo no paraba de comentarle que era asombroso que sus padres pudieran conocer cómo se sentía realmente.

Styles III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora