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Ivanna

Darcy volvía a interponerse en mi camino una vez más, y por muy mi prima que fuera, comenzaba a detestarla cada segundo un poco más. Lo que más odiaba era que tuviera el suficiente poder como para manejar a Freddie a su antojo sin tener que hacer mucho. Bastaba con que la señorita sonriera para que él ya estuviera a sus pies.

¡La odiaba!

—¡Maldita seas!—golpee un bote de basura que estorbaba mi camino

Ayer había decidido contarle a Freddie que seríamos padres. Claramente no lo tomo nada bien y hasta me pidió abortar. Realmente no queríamos un bebé. Aún soy pequeña para tener que cuidar a una criatura menor que yo. Lo hago con mi hermanito, pero era totalmente diferente. No quería pensar que podría llegar a ser una chica manipuladora, pero el odio que sentía por Darcy me comenzaba a nublar la razón, y ponía miles de escenarios dramáticos donde yo salía triunfando y ella sufriendo.

No pensaba detenerme. No tendría compasión. Así tuviera que tener a este bebé para que ella y Freddie no estén juntos, lo haría con gusto.

Me paré frente a la puerta de la única persona que podría ayudarme. Aún el plan no estaba cien por ciento asegurado, pero haría mi mejor intento y rogaba que todo se fuera acomodando.

Toque la puerta, acomode mi vestido y puse la mejor cara de afligida que tenía

—¡Tía _____!—me abalancé a sus brazos en cuanto me abrió la puerta

—Ivanna, ¿que pasa, mi niña?—se mostró preocupada mientras me abrazaba

—¿Hay alguien en casa?—si Dylan se encontraba sería de gran ayuda, pero anoche se había quedado con Freddie así que dudaba que estuviera allí.

—Solo tus primas, pero están haciendo tarea. ¡No me asustes! ¿Es grave? ¿Tus padres están bien?

Asentí

—Se trata de mi—suspire y sentí derramar lágrimas.

Al menos las hormonas debían de funcionar para algo.

Pasamos a la enorme sala donde me entregó un vaso con agua, al cual le tome mientras me temblaban las manos.

—¿Que sucede, Ivanna?—pregunto mirándome, casi al punto de comerse las uñas

—Creo que estoy embarazada—murmuré con los ojos llenos de lágrimas y sin mirarla a los ojos

—¿Como que crees?—pregunto tras algunos segundos en silencio, pero actuando de lo más normal

—Me hice una prueba de las baratas. No se si funcione—solloce fingiendo estar asustada—No se que hacer tía. ¿Que le voy a decir a mi mamá y a mi papá?. ¡Le insistí en que usara protección!—de alguna manera buscaba culpar a Freddie.

—Primero tenemos que hacerte una prueba de sangre. Son mucho más seguras—suspiro para después levantarse y ponerse a mi lado—Eres una niña, Ivanna. Mis hijas están a dos años de tener tu edad.

—No me regañes tía—solloce bajando aún más la cabeza

—No es regaño hija, pero debiste cuidarte más.

—¿Que más peor me podría pasar que un embarazo?

—Una enfermedad—levantó mi carita y limpio mis lágrimas. Era una excelente tía. Realmente me sentía un poco mal de hacerla partícipe en esto—Haremos todos los estudios que sean necesarios para descartar cualquier enfermedad también. ¿Bien?

—¿Y qué hay del bebé?. No se si quiera tenerlo, no después de que hablara con el padre—volví a llorar

—¿Que te dijo?—preguntó con cautela

Styles III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora